Menos regalos en el PP

El nuevo código ético de los populares prohíbe aceptar regalos, especialmente aquellos que por su valor excedan los límites de la cortesía.

El PP de Pablo Casado quiere demostrar su compromiso contra la corrupción que le llevó a perder el Gobierno con una moción de censura, y para ello ha aprobado un nuevo código ético, que amplía y endurece las exigencias a sus militantes y cargos orgánicos, en especial los regalos que pueden recibir.

El nuevo texto, con el doble de páginas que el anterior, hace hincapié en que se evite incurrir en conflicto de intereses o incompatibilidades y mantiene, como en el 2011, que no podrán aceptar “trato de favor o situación que implique privilegio o ventaja en su condición de miembros del PP”, justo de lo que se acusa a Casado respecto a su máster, al no haber tenido que ir a clase.

Se añade un último punto que les insta a abstenerse “de promover o realizar conductas que promuevan el odio, la hostilidad, la discriminación o violencia o el enaltecimiento de conductas delictivas”.

Igual que en el anterior código de la formación, se prohíbe “aceptar y solicitar regalos, atenciones o liberalidades de cualquier tipo que, por su importe o causa, no corresponda a los usos y costumbres sociales, o que puedan comprometer (o parecer que lo hacen) a quien los da y/o a quien los recibe”, continúa.

A lo largo de un folio, el código, que será remitido a todos sus cargos orgánicos, detalla los regalos que no se pueden recibir: entregas de dinero en metálico u otro forma asimilable al dinero, o “regalo, favor, invitación o ventaja que, en atención a su valor económico, su excepcionalidad, su exclusividad o cualquier otra circunstancia, se sitúe más allá de los usos habituales, sociales y de cortesía, como las invitaciones a comidas, cenas o eventos deportivos de elevado valor económico o los viajes y estancias en hoteles de lujo”, de lo que se acusó, por ejemplo, al exministro José Manuel Soria.