La rebelión del pico rojo
El pintalabios se convierte en un símbolo de protesta en Nicaragua
El pintalabios rojo se ha convertido en un símbolo de protesta en Nicaragua. Cientos de mujeres, y también hombres, están inundando las redes sociales de fotos con los labios de rojo bajo el lema #YoSoyPicoRojo para protestar contra el presidente Daniel Ortega y reclamar la liberación de los cerca de 500 opositores que según las oenegés están encarcelados por participar en la ola de manifestaciones antigubernamentales desde hace seis meses.
La iniciativa partió de la socióloga, periodista y militante feminista Marlen Chow, de 70 años, cuando fue detenida el domingo en una marcha junto a otros 37 manifestantes. Al ser conducidos a la cárcel del Chipote para ser interrogados, Chow se maquilló con esmero y luego pasó la barra de labios al resto de detenidas y las animó a pintarse.
“Soy miembro de la Asociación del Pico Rojo”, respondió la China Chow –como la llaman sus amigos– cuando los policías le preguntaron a qué organización pertenecía. La respuesta dejó a los agentes “desconcertados”, explicó Chow, que luchó contra la dictadura de Anastasio Somoza, en los años setenta. La mujer dijo que se había inspirado en la poeta nicaragüense Claribel Alegría, que llevaba siempre los labios pintados de rojo y “fundó” la singular asociación con sus amigas.
Cuando comenzó el interrogatorio todas las mujeres arrestadas “teníamos el pico rojo (...) ¿qué nos podían hacer por eso?”, contó Chow. Ella fue liberada el mismo domingo, junto a otros siete detenidas. Los 30 detenidos restantes fueron puestos en libertad el lunes por la noche tras una ola de críticas al Gobierno de Nicaragua dentro y fuera del país.
La anécdota ha causado furor en las redes sociales, que se han llenado de fotos de mujeres y hombres exhibiendo sus labios pintados de rojo. La oposición considera “presos políticos” a los encarcelados, calificados de “golpistas” y “terroristas” por el Gobierno.