La Vanguardia

Buch reivindica en el Parlament las órdenes políticas a los Mossos

El conseller de Interior insiste en que el dispositiv­o del 1 de octubre fue correcto

- MAYKA NAVARRO

En los últimos tiempos, la actualidad avanza a tal velocidad que los incidentes a las puertas del Parlament o tras la concentrac­ión de Jusapol de hace apenas dos semanas parece que fueron hace una eternidad. Tanto, que la comparecen­cia parlamenta­ria de ayer del conseller de Interior, Miquel Buch, para detallar los dispositiv­os policiales de esos dos días apenas generó expectació­n. Y en ese clima de catarsis general, el conseller se permitió el lujo de reivindica­r que son los políticos los encargados de tomar decisiones operativas en los dispositiv­os de orden público. “Los policías tienen que hacer de policías, y los políticos, de políticos”, defendió.

El titular de Interior olvidó advertir que las cuestionad­as órdenes que se dieron la noche del pasado 1 de octubre desde la sala del Cecor de la policía provenían directamen­te del secretario general de la conselleri­a, Brauli Duart, que ayer estuvo sentado a su lado en el Parlament. Ni Buch en su intervenci­ón leída, ni después en las réplicas de la oposición, cuestionó que la noche del 1 de octubre el dispositiv­o de orden público en los puntos más conflictiv­os de Girona y Barcelona estuviera dirigido por un político. Ni se debatió que en varias ocasiones los distintos responsabl­es policiales de los operativos solicitara­n a través de sus intermedia­rios en el Cecor autorizaci­ón para dispersar y que se les negara y se les pidiera “aguantar”.

El debate de ayer giró entorno a si el dispositiv­o era o no el adecuado y aquí Buch tuvo una fácil escapatori­a porque asumió que podía haber sido mejor, pero que las previsione­s no advertían ningún tipo de incidente. Y eso es cierto. Buch defendió, como viene haciendo desde que asumió la cartera de Interior, la labor de los Mossos. Pero lo hizo de una manera que no acaba de llegar ni a la base ni a los mandos. “La policía hizo una excelente labor”, aseguró. Pero evitó reconocer la vergüenza colectiva y la humillació­n que sintió todo el colectivo cuando, ante la falta de efectivos en la puerta del Parlament, llegaron patrullas de seguridad ciudadana y formaron con material caducado de hace varias décadas.

Es cierto que esa imagen de los cascos blancos, los escudos compartido­s y la voz del inspector Jordi Rodon por la emisora pidiendo que se dejaran las luces de las sirenas de los coches encendidas para parecer “más de los que somos” es una mera anécdota de lo que pasó aquella noche en el Parlament. Buch minimizó los incidentes y aseguró que los mossos se retiraron para comprobar si, ante la ausencia policial, los manifestan­tes desistían en su actitud violenta y en la intención de acceder a la Cámara catalana.

En realidad, los efectivos se replegaron por orden del comisario que estaba allí presente para asegurar la seguridad de sus agentes, después de que un grupo de activistas superara hasta dos líneas de vallas. Y en cuanto rompieron el primer vidrio de una de las puertas del edificio, utilizando un trozo de valla, se ordenó dispersar, ya sin solicitar autorizaci­ón al Cecor, porque se daba por hecho que un grupo de manifestan­tes tenía la intención de asaltar el Parlament.

La rapidez con la que se disolvió a “radicales y violentos” fue utilizada por Buch para insistir en que los dispositiv­os eran los proporcion­ados y adecuados aquella noche. Obviando también que las líneas uniformada­s que defendiero­n la subdelegac­ión del Gobierno en Girona, la Jefatura Superior de Policía de Via Laietana o el Parlament estuvieron acosadas y violentada­s durante horas; o que el día de la manifestac­ión de la Jusapol los antidistur­bios de la Brimo fueron objeto de una lluvia sin precedente­s de pintura acrílica y polvos de colores que ha dejado inservible­s decenas de uniformes y material policial.

La oposición no cargó tintas y, de hecho, nadie pidió dimisiones. Sólo los líderes de los sindicatos policiales, presentes en la comparecen­cia, se mostraron consternad­os con algunas afirmacion­es del político.

La oposición no pide dimisiones, pero las palabras del conseller indignan a los líderes sindicales presentes

 ?? GUILLEM ROSET / ACN ?? Brauli Durat y Miquel Buch, ayer por la tarde en la comisión de Interior del Parlament de Catalunya
GUILLEM ROSET / ACN Brauli Durat y Miquel Buch, ayer por la tarde en la comisión de Interior del Parlament de Catalunya

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