No pregunten por las rebajas
No, ya no volveremos a ver en las páginas de La Vanguardia la típica foto de una aglomeración de público en las puertas de grandes almacenes el día que empiezan las rebajas. Las rebajas, tal y como las conocíamos, sencillamente han pasado a mejor vida. Hoy han tomado su relevo las campañas cortas y muy agresivas, de las que el mejor ejemplo es el black friday que ha cuajado entre nosotros en muy pocos años. Tanto es así que para muchos sectores ya es el día top ventas de la campaña de Navidad, mejor incluso que la víspera de Navidad y la de Reyes, que tradicionalmente eran el no va más. O también las dirigidas a segmentos concretos de público, como el single’s day …ode canal, como el cyber monday.
Y es lógico que sea así, viendo cómo ha cambiado el mercado en los últimos tiempos. Las rebajas comenzaron en el sector de la moda y tenían mucha razón de ser, porque al cambiar la temporada, había que dar salida a los excedentes para poder comprar la colección de la siguiente. Pero ahora esto ya no funciona así. Sencillamente, porque ya no hay dos temporadas, hay cuatro o más… y de aquí, el éxito que tienen los descuentos a mitad de cada una de ellas, las llamadas mid-season sales. Ha cambiado radicalmente la estrategia productiva del sector, en el que todos –o casi todos– están produciendo en ciclos cortos y con este sistema no se acumulan excedentes… Por cierto, sería bueno para el sector hacer cuatro campañas de rebajas más cortas, pero con coincidencia de inicio entre todos los que se apunten, porque sin duda, el impacto global sería mucho mayor….
Lo cierto es que en el sector de la moda… y en el resto, hoy resulta obligado adecuarse al cambio cultural que ha inducido la tecnología en los hábitos de los consumidores. La inmediatez, por ejemplo, está al orden del día, en todos los ámbitos de la vida. Y también lo está la necesidad de sentir una cierta exclusividad en lo que se compra. El consumidor piensa que si un producto está en promoción sólo unas horas o unos días, seguramente “pocos” serán los que lo podrán conseguir. Esto hará que muchos –los más jóvenes y algunos no tan jóvenes– se sientan triunfadores y lo quieran explicar –a través de las redes sociales– a todos sus conocidos. La consecuencia de esta forma de pensar y actuar, pues, es inmediata para la oferta. ¿Qué sentido tiene ya una promoción que dure dos meses?
La tecnología cada día dibuja más el camino a los agentes del mercado. Pienso en internet. Hoy, las plataformas y las ventas online están ya marcando tendencias sobre los precios de las tiendas físicas. Y en internet las promociones son constantes, muy cortas en el tiempo y escalonando productos. Creo que esta debería ser la línea que seguir por el retail físico, potenciando las ventajas que tiene sobre el online. ¿O acaso no valoramos el trato personalizado o la propia experiencia de compra física? Son aspectos muy importantes para el consumidor.
La tecnología ha traído la inmediatez y la necesidad de sentir cierta exclusividad en lo que se compra