El Tribunal de la UE frena en seco la polémica reforma judicial de Polonia
Los jueces europeos ordenan las medidas cautelares que había pedido Bruselas
En la pugna que mantienen desde diciembre Bruselas y Varsovia sobre el respeto al Estado de derecho en Polonia, ayer la Comisión Europea consiguió un triunfo parcial importante. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea ordenó a Polonia que suspenda de forma inmediata su polémica reforma de la ley que rebaja a 65 años la edad de jubilación de los jueces del Tribunal Supremo, y además, indica que es aplicable con efectos retroactivos a los jueces ya afectados por la disposición. Supone un frenazo en seco a esta polémica normativa que disparó todas las alarmas en el Ejecutivo comunitario.
Junto al avance de la edad de jubilación, lo que abría la puerta a substituir a un número considerable de los miembros del tribunal, la ley dota de amplios poderes al presidente de la República en el nombramiento de los nuevos magistrados. Esta ley es uno de los elementos principales que llevó a la Comisión Europea a considerar que en Polonia estaba en peligro la independencia del poder judicial y la separación de poderes, con lo que en diciembre activó el artículo 7 de los Tratados, conocido como “botón nuclear”, y que puede llegar en su último estadio a suprimir el derecho de voto de un país en las instituciones europeas.
Desde entonces, ya se han celebrado varios debates en los consejos de ministros europeos sobre el caso polaco, en los cuales el vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, siempre se ha mostrado muy crítico por la falta de avances. Por ello, y sin abandonar la vía del artículo 7, que sigue en marcha, la Comisión Europea abrió un segundo frente, el judicial, y el 2 de octubre recurrió esta ley concreta al Tribunal de Justicia Europeo, solicitando además que, mientras estuviera deliberando sobre el fondo de la cuestión, adoptara medidas cautelares para evitar encontrarse con una situación de hechos consumados. Y es que Varsovia, mientras por un lado negociaba con la Comisión, por el otro iba substituyendo a los jueces del alto tribunal.
Según la jurisprudencia del Tribunal de Justicia Europeo, para aplicar medidas cautelares hay que demostrar que están plenamente justificadas y que son urgentes, en el sentido que no adoptarlas podría suponer un perjudico grave. Y en este caso, el tribunal consideró que las dos condiciones se cumplían. Primero, porque constata que ya se está produciendo “una recomposición profunda e inmediata del Tribunal Supremo, recomposición que puede
La normativa ahora congelada permitía sustituir a un gran número de magistrados del Supremo polaco
verse ampliada por nuevos nombramientos”. Y además, porque al analizar las consecuencias de aplicar medidas cautelares, considera que si el recurso a la ley es desestimado, simplemente se habrá aplazado su aplicación. En cambio, si finalmente se acepta la norma, se podría “menoscabar de manera irremediable el derecho fundamental a un juez independiente”.
Varsovia defiende esta norma argumentando que es necesaria para luchar contra las redes heredadas del régimen comunista.