La comercializadora pública Barcelona Energía abastecerá a la metrópolis a partir de 2019
El operador metropolitano vinculará el consumo eléctrico responsable y la producción de energía renovable local con un servicio integral
La comercializadora pública de electricidad Barcelona Energía, participada por el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) y el Ayuntamiento de Barcelona, podrá asumir el suministro a las administraciones, empresas y concesionarias metropolitanas a partir de enero de 2019. Se trata del paso adelante definitivo para la consolidación de este nuevo operador energético, que echó a andar el pasado julio abasteciendo de electricidad al consistorio barcelonés. Al nuevo servicio también se podrán abonar a partir del año que viene el resto de ayuntamientos de la metrópolis, y un 20% de su actividad se podrá ofrecer a terceros y particulares, lo que inicialmente puede suponer abastecer a alrededor de 20.000 hogares.
“Desde su constitución en el 2011, el AMB siempre ha apostado por una política energética que facilite la transición hacia la soberanía energética, la eficiencia y las fuentes renovables, pero faltaba una herramienta que pudiese ligar todo esto con la producción y el consumo, que es lo que precisamente permitirá Barcelona Energía”, expone Eloi Badia, vicepresidente de Medio Ambiente del AMB. Y es que una singularidad destacada de la nueva comercializadora es esta vinculación inédita: las administraciones locales y los particulares que dispongan de instalaciones de generación ¾placas fotovoltaicas sobretodo¾, podrán unificar en la misma factura los ingresos que les reportará la venta de la electricidad producida y el gasto de consumo energético. “La voluntad es que pueda asumir también el mantenimiento
La nueva operadora eléctrica municipal será pionera en ofrecer una factura unificada a los pequeños productores solares Unas 20.000 familias se podrán abonar ya a la operadora, con perspectivas de llegar a más hogares a medida que se incorporen más ayuntamientos
y la gestión de las placas, además de actuar como representante del propietario en el mercado eléctrico para la venta del excedente generado”, detalla.
La atención al cliente también será uno de los valores añadidos, con un gran esfuerzo de claridad y transparencia y un asesoramiento activo en materia de eficiencia energética. “Podrá orientar a cada cliente de forma personalizada sobre qué tarifa o potencia le conviene más, recomendarle cómo reducir su consumo, y dirigir al bono social a las familias vulnerables que puedan ser beneficiarias potenciales”, añade Badia. El precio de la energía
Placa fotovoltaica en Sant Feliu de Llobregat. no diferirá sustancialmente de las tarifas privadas tradicionales porque los márgenes comerciales ya son muy ajustados. La decisión del cambio de comercializadora, señala, radicará en “intangibles y valores no monetarios”, como la atención proactiva y personalizada con herramientas como plataformas de monitorización, calculadora eléctrica y un recibo claro y comprensible.
PERSPECTIVAS DE CRECIMIENTO
Para el AMB y el Ayuntamiento de Barcelona, la operación supone pocos riesgos económicos y la viabilidad queda garantizada por dos factores claros de rentabilidad: la ausencia de lucro en el margen comercial, que permitirá abaratar el suministro y financiará parcialmente la puesta en marcha, y el ahorro que supondrá no haber de licitar más el abastecimiento eléctrico en el mercado mayorista. Precisamente por estas dos razones muchas grandes capitales del mundo ya disponen de comercializadoras eléctricas propias. Diversos factores, además, ofrecen buenas perspectivas de crecimiento a la operadora. La anulación del llamado “Impuesto al sol”, que hasta ahora grababa la producción eléctrica particular para el autoconsumo, hace prever una crecida en la instalación de fotovoltaicas en viviendas particulares y en comunidades de vecinos, que se podrían beneficiar de las facilidades que Barcelona Energía ofrece a este segmento de consumidores. Por otro lado, la incorporación progresiva de ayuntamientos como clientes de la comercializadora pública permitirá ir ampliando el número de ciudadanos particulares que pueden contratar el suministro doméstico, al llegar a más hogares el techo legal del 20% de actividad destinada a terceros. “Hay un gran interés municipal en adherirse a Barcelona Energía y ver cómo funciona, en especial entre los ayuntamientos pequeños porque ganarán poder de negociación sobre su suministro”, indica. El horizonte, para el AMB, es que Barcelona Energía pueda acabar abasteciendo a todas las entidades locales del territorio metropolitano.