Negociación política en Lledoners
PABLO Iglesias, secretario general de Podemos, visitó ayer aOriolJunqu eras, líder de ERCy ex vicepresidente de la Generalitat, en la prisión de Lledoners. Su objetivo no era otro que explorar la disponibilidad de Junqueras a apoyar los presupuestos generales del Estado para el año que viene, cuyas líneas generales han pactado ya el PSOE y Podemos, y que Bruselas no ve con malos ojos, pese a que favorecen el gasto social tras casi un decenio de austeridad y recortes.
El encuentro desató los previsibles aspavientos de los partidos conservadores, que llevan tiempo acusando al PSOE de comprar el apoyo de las formaciones independentistas –por ejemplo, en la moción de censura que derribó a Rajoy– a cambio de poner en riesgo la unidad de España. También los generó en el PSOE, donde el propio Pedro Sánchez aclaró que Iglesias no actuó ayer en nombre del Gobierno (por más que algunos le atribuyeran funciones vicepresidencia les ). Pero más allá de estas y otras declaraciones, quisiéramos subrayar varios puntos des ta cables. El primero es que el PSOE y Podemos no escatimarán esfuerzos a la hora de recabar los apoyos parlamentarios necesarios para sacar adelante sus presupuestos, elemento clave en su supervivencia. El segundo es que Oriol Junqueras es una figura decisiva en la escena política catalana y en la española. Porque aun estando en la cárcel sujeta con firmeza las riendas de su partido, marca estrategias y toma decisiones que sus colaboradores ejecutan. Entre tanto, se viven días líquidos en el PDECat, cuyos líderes parecen tener una base más inestable.
Un tercer elemento que conviene destacar es el pragmatismo del que hacen gala tanto el Gobierno de Sánchez como Podemos y ERC. Los dos primeros estiman que ha llegado la hora de impulsar unos presupuestos más sociales. Saben, además, que la solución al problema catalán no se logrará con menosprecios, sino con el diálogo dentro del marco de la ley. También ERC ha optado desde tiempo atrás por el pragmatismo. Lo cual, aquí y ahora, significa renunciar al unilateralismo y tratar de alcanzar objetivos no con gesticulaciones y desaires, sino con determinación y realismo.
Iglesias manifestó que “hemos hecho nuestro trabajo pero ahora le toca al Gobierno moverse”. Y Oriol Junqueras le transmitió que ERC no aprobará los presupuestos sin un “movimiento de categoría” en cuanto a los presos. Habrá que esperar para concretar el fruto de la visita. Pero ya puede afirmarse que dicho encuentro refleja la determinación del PSOE y Podemos por implementar el mandato del Congreso para apartar del poder a un PP acosado por la corrupción. Y refleja también la voluntad de ERC de optar por unas políticas viables.