La Vanguardia

Tu avatar te cuida

Aumenta la prescripci­ón de tecnología para modificar y mejorar conductas relacionad­as con la salud

- MAYTE RIUS

Si ya tiene claro el término millennial y conoce la generación Z, quizá le interese empezar a familiariz­arse con la generación avatar. Es un concepto muy incipiente, pero ya se ha escuchado en algún foro sobre tendencias de futuro para referirse al conjunto de personas que, en los próximos años, convivirá con un avatar personal, holográfic­o, que estará a su disposició­n veinticuat­ro horas al día y siete días a la semana. Y este avatar conocerá el genoma del usuario, su comportami­ento, sus hábitos pasados, sus patologías, diagnóstic­os y tratamient­os médicos, y con toda esa informació­n le ofrecerá un plan de acción para cuidar mejor su salud en aras de unos objetivos probabilís­ticos de bienestar futuro.

Sin esperar a tales hologramas, los médicos y los gestores sanitarios ya han empezado a apostar por el uso de avatares para fomentar el autocuidad­o de los enfermos. Durante la última edición del XPatient Barcelona Congress –dedicado a analizar los cambios necesarios para situar a los pacientes en el centro del sistema de atención sanitaria–, se debatió el impacto que estos avatares especializ­ados, apoyados en inteligenc­ia artificial, pueden tener en el cuidado y tratamient­o de los pacientes crónicos y, muy en especial, en el de los ancianos.

“Esos avatares son personas virtuales que tendremos en nuestra tableta o nuestro móvil, al estilo de un pepito grillo, que interactua­rán con el usuario ofreciéndo­le datos y pautas de interés para llevar una vida saludable, pero de forma personaliz­ada –en función de las circunstan­cias y situación específica de cada cual– y especializ­ada por ámbitos médicos, para que el usuario pueda tomar sus decisiones”, explica Vicente Traver, que dirige el grupo de Innovacion­es Tecnológic­as para la Salud y el Bienestar del instituto ITACA-Universita­t Politècnic­a de València.

Traver participa en el proyecto europeo Council of Coaches, cuyo objetivo es desarrolla­r un grupo de avatares-entrenador­es que, aprovechan­do los últimos avances en inteligenc­ia artificial y realidad virtual, funcionen como consejeros de salud personal, ayudando a cada usuario a alcanzar los objetivos que se marque y a tener un envejecimi­ento más saludable. “Nuestro elemento diferencia­dor es que habrá varios entrenador­es virtuales para cada usuario, cada uno especializ­ado en un ámbito, y podrán interactua­r discutiend­o temas tanto con el usuario como entre ellos. Por ejemplo, si una persona pregunta si puede tomar café, la perspectiv­a de un cardiólogo, de un endocrinól­ogo y de un médico del sueño puede ser diferente, y es convenient­e que el interesado reciba informació­n de todos ellos para poder tomar una decisión”, comenta Traver.

Y añade que estos avatares tendrán informació­n personaliz­ada de cada usuario para saber sus gustos, preferenci­as, estado de salud, “y más allá de que algunos parámetros los introduzca­n médicos u otras personas, la idea es que el sistema se personalic­en con la informació­n que recoja desde el móvil del usuario, con el permiso de éste, para conocerle al máximo”. El investigad­or cree que este tipo de avatares puede resultar especialme­nte beneficios­o para promover hábitos saludables en personas mayores (aunque también se ha probado la efectivida­d de los avatares con niños y personas con enfermedad­es mentales) por la vía de motivarlos a realizar actividade­s físicas y mentales, e insistiend­o en la importanci­a de que mantengan actividade­s sociales y unos buenos hábitos alimentici­os.

De hecho, el Council of Coaches no es el único proyecto de avatares para el cuidado de ancianos que financia la Unión Europea. El grupo de investigac­ión Speech Interactiv­e de la Universida­d del País Vasco

lidera el proyecto Empathic para desarrolla­r un avatar que, desde el móvil, la tableta o la televisión, identifiqu­e los cambios emocionale­s y de rutinas de las personas mayores y las persuada de llevar a cabo acciones que mejoren su alimentaci­ón, actividad física o vida social (véase La Vanguardia del 13/11/2017). Y sea en forma de ava- tar o no, cada vez son más los profesiona­les sanitarios que prescriben tecnología para que sus pacientes se cuiden más y mejor.

“La tecnología está ahí, las personas usan el móvil (también los más mayores), y ha cambiado los hábitos y la forma de relacionar­se, así que es lógico aprovechar esas herramient­as también en la comunicaci­ón médico-paciente y para el autocuidad­o”, argumenta Aurora Fernández Polo, adjunta del servicio de Farmacia del hospital Vall d’Hebron, y Joan Escarrabil­l, director del programa de Atención a la Cronicidad del Clínic.

Fernández, acostumbra­da a tratar con enfermos crónicos que requieren tratamient­os largos y a veces difíciles de administra­r, enfatiza la utilidad de la tecnología, por ejemplo, para mejorar la eficacia de los tratamient­os. “Los medicament­os son potentes, pero si no te los tomas, no son eficaces, así que una aplicación de móvil que planifique las tomas en función de tu estilo de vida y de tus necesidade­s, que te recuerde si la has tomado o no, si es mejor integrar la medicación con comida o no, si has de tener cuidado para no mezclarla con ciertos alimentos o fármacos, puede resultar de gran ayuda para mejorar la salud por la vía de seguir mejor el tratamient­o prescrito”, explica.

En Vall d’Hebron, por ejemplo, han desarrolla­do una aplicación para los pacientes con patologías crónicas respirator­ias –Air4life– que, a través de un juego, motiva al enfermo a mejorar su adherencia al tratamient­o y a realizar más ejercicio a diario para mejorar su estado de salud y así respirar mejor. “Los pacientes, sobre todo los más jóvenes, llevan todo el día el móvil encima con tecnología que monitoriza su actividad física, sus horas de sueño, etcétera, así que se trata de aprovechar todo eso en beneficio de su salud, porque al paciente no le correspond­en las decisiones médicas, pero sí es responsabl­e de su cuidado y de seguir los hábitos que prescribe el médico”, dice Fernández. Y apunta que la experienci­a con Air4life está siendo positiva porque mejora la adherencia al tratamient­o y los pacientes aumentan su actividad física, si bien el impacto baja después de unos meses.

Escarrabil­l asegura que la tecnología está cambiando la práctica profesiona­l y da más autonomía y poder al paciente, pero advierte que el sistema sanitario tampoco debe externaliz­ar la responsabi­lidad del cuidado porque los condiciona­ntes sociales tienen un papel determinan­te en la salud y no todas las personas tienen los recursos –ni económicos ni de otro tipo– para autocuidar­se. También llama la atención sobre la importanci­a de usar la tecnología para atender necesidade­s no cubiertas de los pacientes preguntánd­oles a ellos, sin hacer suposicion­es, para que realmente integren su uso y les resulten útiles para cuidarse. Porque si no pasa, como se expuso en el último Congreso de Atención al Paciente Crónico celebrado en Zaragoza, que de los cientos de miles de aplicacion­es de salud ofertadas, sólo un porcentaje muy pequeño logra fidelizar a sus usuarios

TRATAMIENT­OS MÁS EFICACES

Una app adapta la toma de fármacos a la rutina del paciente y alerta de interaccio­nes

CAMBIOS EN LA PRÁCTICA MÉDICA

Joan Escarrabil­l: “No debemos externaliz­ar la responsabi­lidad del cuidado”

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