Un nuevo talento para el ADN artístico de Swatch
A los dieciocho años dejó el hastío de la estabilidad y se marchó a Londres. Con el pelo pintado de rosa (que, curiosamente, vuelve a ser ahora supertendencia), esta valenciana estudió durante cinco años en The University of the Arts, se involucró en la música grunge y psicodélica y se convirtió en artista. Sin escapatoria, dice ella. A la vuelta pasó por Madrid y por Barcelona, se sacó varios másters y montó su propia editorial. Se llama Navaja Automática y, asegura, es un espejo de su filosofía de vida: es una editorial de libros distintos, artesanos de edición limitadísima. “Artefactos artísticos para protegerte y luchar contra lo establecido sin miedos a la censura y asumiendo todo riesgo”. ¿Ejemplos? Pulsion y Bike wars, que hablan sin tapujos de lo más underground de Barcelona y Londres.
Gema Polanco, de 26 años, ahora hace ropa, es vegetariana y lucha por poner en valor la diferencia. ¿Cómo? A través del arte. El caso es que parece que su diferencia funciona y ha conseguido llamar la atención ni más ni menos que de Swatch, la firma relojera que lleva lo de la creatividad en el ADN.
Polanco es una de las jóvenes creadoras seleccionadas para participar en Swatch Cities, una iniciativa que tendrá lugar durante toda la próxima semana en Madrid para empoderar a los nuevos talentos. El festival, que seguirá con las ediciones de Milán y Shanghai, contará con exposiciones de arte urbano, un campamento base para conferencias, actuaciones artísticas, ámbitos inspiracionales, conciertos en directo, actividades con drones y un hackatton... Y con la obra de Polanco, influenciada sobre todo por Melody Holliday (cantante y activista, además de artista, claro), que fue su tutora durante su primer año en Londres.
La fotografía (sobre todo el autorretrato), el vídeo y el collage conforman el lenguaje de esta joven creadora que considera el arte como el camino para abordar temas conflictivos. Y aportar luz allí donde haga falta.
Lo que impacta del trabajo de esta artista pluridisciplinar que ha enamorado con su obra al jurado de Swatch Cities es su certeza de que a día de hoy resulta mucho más fácil un video o un collage (Dísparame o Érase un país son dos de sus intervenciones más conocidas) que una fotografía. El hecho de que esté ahora más al alcance que nunca de prácticamente todos el poder captar imágenes en buena resolución y en cualquier lugar es lo que dificulta que el resultado transmita algo.
Hay tantas fotografías y tantos fotógrafos potenciales que la sobresaturación es un hecho contra el que ella se enfrenta trabajando con mucha premeditación. Con calma. Y acierto: fue la ganadora de la penúltima edición del Art Photo Bcn, un festival y feria de fotografía emergente que tiene lugar en La Capella (antigua Escola Massana) para activar el circuito artístico e incluir nuevos valores creativos. Y en la última, celebrada en mayo, volvió a impresionar con su trabajo Como Dios manda. Parte de las relaciones de opresión y poder que se producen entre mujeres dentro de un mismo ámbito familiar y con sus imágenes hace un análisis de género y clase que impacta.
La fotografía con mensaje de Gema Polanco sobresale en el Swatch Cities que tomará Madrid toda esta semana