Taco Dibbits
DIRECTOR DEL RIJKSMUSEUM
El director del Rijksmuseum, Taco Dibbits, ha decidido que la restauración de su joya más preciada, La ronda de noche de Rembrandt, se lleve a cabo sin moverla del sitio, en directo frente al público, también online.
A mediados del siglo XVII Rembrandt van Rijn, (Leiden, 1606Amsterdam, 1669), que se había ganado ya la fama de ser un gran retratista, recibió un encargo de la Corporación municipal de arcabuceros para decorar la sede de esta milicia popular. Los retratos de grupo estaban de moda entonces: fue uno de los géneros que florecieron en el siglo de oro. Era 1662. Y Rembrandt comenzó. El resultado final representa al capitán Frans Banninck Cocq cuando está dando la orden de marcha al alférez Willem van Ruytenburch. En torno a ellos aparecen 18 miembros, a primera vista un alboroto de gente antes de formar filas para arrancar. Se trata de La ronda de noche, el retrato corporativo más famoso de la historia del arte y ahora va a serlo un poco más: el espacio que lo alberga, el Rijksmuseum de Amsterdam, va a realizar su restauración frente al público, también online.
La ronda de noche es especial. Mientras los contemporáneos de Rembrandt retratan a los personajes posando en actitud pasiva, aquí hay vida, movimiento. La mano del capitán parece salir del cuadro. Rembrandt se distanció de las composiciones convencionales de este género para crear un mundo de luz y penumbra, como si se tratara de la escena de apertura de una obra de teatro. Le llevó tres años pintarlo. Ahora lo contemplan unos dos millones de visitantes al año, pero no todo fue éxito en su momento. A los soldados no les gustó nada aparecer entre tanto desorden. A tres de los arcabuceros no les hizo ninguna gracia figurar en el retrato a la sombra y se resistieron a pagar los 100 florines que era el precio acordado por personaje. Contentos o no, el cuadro fue colgado en el lugar para el que estaba destinado, el gran salón de la corporación en Kloveniersdoelen. Tampoco la crítica le dedicó especial atención.
Si así le fue al cuadro recién pintado, el lugar que ocupa hoy en día, tanto en el Rijksmuseum como la Historia del Arte, es muy diferente. Los visitantes del Rijksmuseum no acuden a conocer la historia de los Países Bajos, desde la Edad Media hasta el siglo XXI, que es lo que el museo alberga, sino a ver la pintura holandesa del Siglo de Oro. Y La ronda de noche ocupa el lugar principal. En el primer piso, un gran vestíbulo da paso a la galería de honor, al fondo está el cuadro. Antes de llegar, en gabinetes abiertos al pasillo central cuelgan coetáneos de Rembrandt: Johannes Vermeer, Frans Hals, Jan van Goyen, Albert Cuyp o Nicolaas Maes. Y, en cuadros de tamaño más bien pequeño, pues eran los comerciantes ricos para quienes los artistas pintaban: para decorar los interiores de sus mansiones con temas cercanos a sus vidas.
En realidad La ronda de noche se convirtió en el siglo XIX en una obra de arte de signo nacional. Holanda perdió Bélgica y buscaba reforzar su identidad. El retrato de grupo de Rembrandt cumplía con los requisitos del gusto holandés: qué mejor que unos hombres aga-
‘La ronda de noche’, que ahora el Rijksmuseum restaurará frente al público, pasó de las críticas iniciales a símbolo nacional
La obra fue restaurada en 1975 –un visitante la dañó con una navaja– y en 1990, cuando un loco lanzó ácido clorhídrico
rrando orgullosos sus armas al son de un tambor y enarbolando la bandera? Volviendo a su ubicación, pasó por muchos otros lugares hasta la inauguración del Rijksmuseum en 1886. El arquitecto Pierre Cuypers le dedicó un lugar de preferencia, incluyendo su nombre pintado en un friso paralelo al techo.
Por ser la corporación de arcabuceros una institución municipal, en 1715 se trasladó al Ayuntamiento en la plaza del Dam (hoy Palacio del Dam). Y como era demasiado ancho para el lugar previsto, le cortaron una tira por el lado izquierdo y otra por el superior desapareciendo así tres personajes y un puentecillo que no volvieron nunca a recuperar. De aquí pasó en 1886 al recién construido edificio del Rijksmuseum, donde ya había pasado a formar parte de sus fondos. La ronda de noche es un préstamo del Ayuntamiento de Amsterdam, que es en realidad el propietario del cuadro.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el lienzo tuvo que ser trasladado desde el Rijksmuseum hasta el Castillo Radboud en Medemblik, y de ahí a un búnker cerca de la costa del Mar del Norte. En abril de 1942, viajó hasta Limburgo para estar mejor protegido en las cuevas de San Pietersberg en Maastricht, donde permaneció hasta el final de la guerra. Una vez liberada Holanda, el 25 de junio de 1945, La ronda de noche llegó a Ámsterdam en barco después de un día navegando por los ríos de Holanda y sin haber sufrido grandes daños.
Su último viaje tuvo que ver con la última restauración del museo llevada a cabo por los arquitectos sevillanos Cruz y Ortiz. Durante los 12 años que duró la reforma, la Ronda de Noche estuvo en el ala sur del mismo museo, pero el traslado fue por fuera del edificio. En marzo de 2013, un mes antes de la reapertura, viajó escoltada por la policía en una funda con sensores para controlar la temperatura y humedad, así como el impacto de posibles golpes. Además se cubrió con un marco de metal de 300 kilos y una funda bajo la que había una capa aislante. Todo el país pudo ver la operación por televisión en directo. El cuadro volvió a su lugar preciso por un sistema de elevadores, ya que en el suelo de la sala donde cuelga hay una ranura de su longitud por donde el lienzo podría salir en casos de emergencia, o en este caso subir. De los 8.000 objetos de arte que han abandonado la pinacoteca para la restauración sólo La ronda de noche ha vuelto a su lugar originario.
Sus últimas restauraciones tuvieron lugar en 1975, después que un visitante dañase el cuadro con una navaja, y cuando en 1990 un enajenado mental le arrojó ácido clorhídrico. Pero el museo ha decidido restaurar el cuadro a fondo con las técnicas más desarrolladas y en su propio espacio, a la vista del público. Jean Michel Wilmotte, arquitecto francés, que realizó las vitrinas para el nuevo Rijksmuseum (2013), va a diseñar un espacio de cristal de siete metros cuadrados de modo que conservadores y restauradores puedan trabajar concentrados y ajenos al público que acudirá a ver el proceso.
Las obras empezarán en julio de 2019 después de celebrar el año Rembrandt con una gran muestra por los 350 años de su muerte. Robert van Langh, jefe de conservación y restauración del Rijksmuseum, precisa: “Primero vamos a investigar la causa de que se haya formado la capa que recubre el cuadro. Después pasaremos a la restauración, pues no sabemos si la capa afecta al barniz o a la pintura”.
El director del Rijksmuseum, Taco Dibbits, ha explicado que diariamente observan el estado del cuadro: “Llevamos tiempo comprobando que una especie de neblina blanca cubre la mitad inferior. Y vamos a estudiar qué es y a qué se debe. Además, consideramos que todo el mundo tiene derecho a seguir este trabajo tan importante para la posteridad. No sólo en sala, quienes vengan a Amsterdam al museo, sino que la operación podrá seguirse online”. La ministra de Cultura, Ingrid van Engelshoven, ha señalado que
La ronda de noche “se trata de nuestra identidad, que no se da por supuesta, sino que necesita ser conservada y protegida”.