Morir en la frontera
Doscientos jóvenes logran superar la verja fronteriza
Un joven subsahariano falleció ayer en un salto masivo a la frontera de Melilla.
Un varón subsahariano fallecido, 19 heridos con cortes, golpes y algunas fracturas, y seis guardias civiles contusionados, que no necesitaron atención hospitalaria, es el resultado del intento de salto masivo de la valla fronteriza, ocurrido en la mañana de ayer en la zona de Pinos de Rostrogordo de Melilla, la parte más alta de la ciudad. Unos doscientos subsaharianos, del total de trescientos que lo intentaron, lograron finalmente llegar al centro de estancia temporal de inmigrantes (CETI), que alberga ya a 1.400 personas cuando su capacidad máxima es de unas mil.
Después de un año relativamente tranquilo, Melilla vuelve a ser escenario de un salto masivo de la doble verja de seis metros de altura, con una sirga tridimensional en el medio, y equipada con concertinas. El anterior intento ocurrió el pasado 6 de enero, cuando otros 206 migrantes sin papeles alcanzaron la ciudad. El 11 de septiembre lo hicieron cinco varones, en un intento protagonizado por un grupo reducido de personas.
La delegada del Gobierno en Melilla, Sabrina Moh, confirmó en rueda de prensa la muerte del varón, que fue encontrado junto a otros tres compañeros heridos cuando efectivos de la Guardia Civil llevaron a cabo una “inspección visual” de la zona del salto.
Según la información oficial, se le va a practicar la autopsia al cuerpo, aunque ya se ha adelantado que la posible causa del fallecimiento sería una parada cardiorrespiratoria.
Tras acceder a la ciudad hacia las nueve de la mañana, los migrantes se dirigieron al CETI. La marcha estaba encabezada por unos cien subsaharianos en un bloque compacto, seguido por decenas de compañeros ya más desperdigados. Un fuerte dispositivo policial se estableció en las cercanías del recinto.
El Gobierno no quiso comentar si a los migrantes llegados ayer se les aplicará el acuerdo de readmisión, firmado por España y Marruecos en el año 1992, que ya se utilizó para devolver de manera casi inmediata a 116 inmigrantes que saltaron la valla de Ceuta el pasado mes de agosto y a 24 de los 30 que llegaron el pasado viernes de madrugada a las islas Chafarinas en una patera. La delegada gubernamental se limitó a señalar que, de momento, se les está aplicando el “procedimiento habitual”, se está procediendo a su identificación para establecer nombre y nacionalidad, “con la adecuada asistencia letrada, que es lo que corresponde hacer en estos casos”.
Según estadísticas facilitadas por el Ministerio del Interior, en lo que va de año un total de 5.202 inmigrantes han entrado por Ceuta y Melilla a través de las vallas fronterizas, lo que supone unos 250 más que el año anterior en el mismo periodo. La característica de los saltos de este año en Ceuta y Melill aes que los inmigrantes actúanperfectamente coordinados y utilizan instrumentos desconocidos hasta ahora como sierras, cizallas, radiales, lanzallamas caseros y sustancias corrosivas, con lo que la violencia utilizada en estos intentos ha aumentado exponencialmente con respecto a ocasiones anteriores.
El Gobierno guarda silencio sobre la posibilidad de que sean devueltos de inmediato como ocurrió en Ceuta