Un bombero fallece en un accidente a causa de las inundaciones de Málaga
El norte y centro de la provincia acumulan 400 litros por m2 en algunas zonas
El cielo se desplomó en forma de diluvio sobre el norte y centro de la provincia de Málaga en la noche del sábado y madrugada del domingo. José Gil, un veterano bombero de 47 años, casado y con dos hijos, falleció al ser arrastrado por una corriente de agua cuando su camión quedó varado en el cauce de un arroyo. Gil resbaló al intentar subirse a la parte más elevada del vehículo y desapareció. Otros dos compañeros pudieron salvarse tras ser rescatados del techo.
Málaga vivió durante nueve horas momentos muy difíciles. Localidades como Campillos –que se llevó la peor parte– Teba, Bobadilla, Carratraca, Ardales, Casarabonela, Benaoján, El Burgo, Estepona o Ronda fueron testigos de la furia de la naturaleza, que en algunas zonas llegó a descargar 400 litros por m2 en un breve espacio de tiempo. Estas localidades y varias más resultaron anegadas total o parcialmente.
El camión de José Gil, que pertenecía al consorcio de bomberos de Antequera desde su creación, fue requerido para dirigirse a Campillos, pero quedó atrapado al intentar cruzar el arroyo Joyero, situado entre Campillos y Sierra de Yeguas. La mala suerte hizo que resbalara cuando buscaba refugio junto a sus compañeros en el techo del vehículo. Su cuerpo fue hallado con las primeras luces del alba en un punto situado a seis kilómetros.
Al mediodía de ayer se desplegaron por la provincia unos 35 vehículos y 85 militares pertenecientes a la Unidad Militar de Emergencias (UME), con base en Morón de la Frontera (Sevilla) para ayudar en los trabajos de desescombro y rehabilitación, que se lleva a cabo especialmente en la zona de Antequera.
La Junta de Andalucía mantiene activado el nivel 2 del Plan autonómico de Emergencias ante el riesgo de nuevas inundaciones, aunque la alerta por lluvias ha descendido del nivel rojo al naranja. La presidenta de la Junta, Susana Díaz, se desplazó ayer a la zona para evaluar la situación.
Entre otros destrozos, las riadas causaron graves daños en los Baños Moros de Ronda, los mejor conservados de España; se llevaron por delante un puente de reciente construcción para acceder a la cueva del Gato, ubicada en la localidad de Benaoján, e impidieron el acceso desde la localidad de Ardales a la del Chorro, donde se encuentra el conocido Caminito del Rey.
Además de Málaga, en la provincia de Sevilla hubo una quincena de municipios afectados. Entre las incidencias más destacadas se encuentra el desbordamiento del río Blanco, cuya crecida arrastró el puente de la vía del tren a la altura de Aguadulce. El mismo cauce se desbordó en El Rubio, inundando el polideportivo y cortando los cuatro accesos a la localidad. Su Ayuntamiento comunicó, en una nota, que los niveles de agua que se ha alcanzado tras las inundaciones “no se veían en décadas”, y que, por la situación de excepcionalidad, se ha declarado el estado de emergencia en la zona.
El tráfico ferroviario de media distancia entre Sevilla y Málaga quedó interrumpido durante toda la jornada como medida de precaución, ya que en varios puntos la vía férrea se encontraba completamente anegada por el agua.