Holanda celebra en el Rijksmuseum su nacimiento
El Rijksmuseum ha organizado una exposición con motivo del 450 aniversario del comienzo de la guerra de Flandes. Antes de la apertura, el primer ministro holandés, Mark Rutte, apasionado profesor de historia, dio una clase a alumnos de enseñanza media destacando el impacto de aquella época en la sociedad holandesa actual.
Tapices, cuadros, armas, ropa... hasta unos 200 objetos (incluida una vidriera de la iglesia de San Juan de Gouda) cuentan la historia con la autoridad que les da haber sido testigos de la contienda. Al principio, en 1568 Holanda era de la Europa que Felipe II había heredado. Al final, todo acaba con la paz de Westfalia en 1648, cuando España reconoce a la República de los Países Bajos que ya mostraba su vocación expansionista.
Stephanie Archangel y Gijs van der Ham, comisarios de la exposición (la primera que se realiza sobre el tema), narran el conflicto con objetos y con música: el credo de una
misa renacentista a capela, el himno holandés, o el ruido de las armas.
La exposición no exalta a los vencidos y no omiten las atrocidades cometidas como el martirio de los 19 monjes de Gorkum maltratados por la furia calvinista y colgados en un granero, la crueldad de las medidas del duque de Alba, o los saqueos de las ciudades por las tropas españolas. Prueba de la objetividad histórica pretendida es la cooperación con el Instituto Cervantes y los préstamos del museo de El Prado, del Archivo de Simancas o tapices de la Real Armería del Patrimonio Nacional. El aniversario se celebra con una serie en televisión, publicaciones y exposiciones en otros lugares como el Castillo de Breda o el Archivo Nacional de La Haya.