Urkullu e Iglesias reclaman un diálogo incondicional para Catalunya
Ambos líderes solicitan a Sánchez que “cuide” de la mayoría que le dio el Gobierno
Nuevos espacios de diálogo sin tabúes ni exclusiones, he ahí la nueva receta. El lehendakari, Iñigo Urkullu, y el líder de Podemos, Pablo Iglesias, reunidos ayer en el Palacio de Ajuria Enea, coincidieron en que el Gobierno debe ensanchar y profundizar el diálogo con Catalunya, y en concreto abrir espacios que permitan superar el marco actual de “excepcionalidad y judicialización”, explicaba el dirigente de la formación morada al concluir la reunión, de algo más de una hora. Esta exigencia obedece a un cuadro general en el que están de acuerdo ambos políticos: “La plurinacionalidad como elemento constitutivo de España tiene que ser afrontada en los próximos tiempos”, un recado al Gobierno de Pedro Sánchez para que asuma la urgencia de una “respuesta política estructural”, dice la lehendakaritza, al diseño territorial del Estado.
Urkullu e Iglesias no entraron en las negociaciones presupuestarias –en el Congreso, pero también en el Parlamento Vasco–, aduciendo que corresponde a los respectivos grupos parlamentarios, pero el líder de Podemos fue expresivo: “El entendimiento entre las formaciones políticas que originaron la mayoría de la moción de censura hay que cuidarlo, y ese entendimiento es condición de posibilidad para evitar un giro reaccionario y para los acuerdos que haya que tomar después”.
Iglesias, que estuvo acompañado en la reunión por el secretario general de Elkarri Podemos, Lander Martínez, adelantó que, antes de llegar al escenario de votar los presupuestos, “hay que apostar por espacios de diálogo en los que muchas veces habrá que trabajar mucho y hablar poco”, en alusión, de nuevo, al colapso territorial. “Si cuidamos a esa mayoría de la moción, los acuerdos serán posibles. Pero todavía no estamos en ese escenario”.
El portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, explicaba horas antes que su partido no negociará los presupuestos para el 2019 si el Gobierno no cumple los “compromisos” pactados con el PP en las cuentas de este año, un paquete de inversiones entre las que sobresale la culminación de la alta velocidad en Euskadi. “El cumplimiento –lamentó ayer el presidente del PNV, Andoni Ortuzar– está siendo más lento de lo que querríamos: primero hay que materializarlo y después hablaremos del futuro”.
Aunque desde Sabin Etxea se insiste en la apuesta por “intentar agotar la legislatura”, lo que daría un tiempo valioso a la negociación de transferencias pendientes –se espera tramitar un calendario de cara a final de año– y alejaría la sombra recentralizadora de PP y Cs, los jeltzales recalcan que su apoyo no será “barato”. Esteban espera que esta semana se produzca algún contacto con el Gobierno. “Iremos a escuchar y a ver qué intenciones tienen”, subraya el portavoz vasco.
Urkullu, que ya visitó hace dos meses a Oriol Junqueras en la prisión de Lledoners, ha seguido de cerca la crisis catalana, manteniéndose un contacto con el entorno de Puigdemont antes y después de la aplicación del 155 –con la mediación de los abades de Monserrat y el de Poblet–. De ahí que la receta que propone junto a Iglesias es la misma en la que encontraban un punto de acuerdo el líder de Podemos y el líder de JxCat, Carles Puigdemont, en su conversación telefónica del domingo.
Ayer Iglesias remachaba la idea: “En una mesa de diálogo tienen que estar todas las posiciones: Los independentistas no van a dejar de ser independentistas porque se sienten en una mesa a negociar”, un mensaje tanto para el Ejecutivo socialista como para los independentistas, inquietos ante la posibilidad de un acuerdo de presupuestos. Y citó una frase del lehendakari que, a su juicio, resume la actitud indispensable para enfrentar tanto el problema de Catalunya como la revisión del modelo territorial: “Seguramente los acuerdos a los que tengamos que llegar sean insatisfactorios para todo el mundo”.
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El líder de Podemos: “Hace falta diálogo sin exclusiones, trabajar mucho y hablar poco”