“Crecen las tormentas intensas de corta duración”
María del Carmen Llasat, profesora de Física Aplicada de la UB
María del Carmen Llasat, profesora de Física Aplicada de la UB, es una de las coautoras de informe de Nature Climate Change –publicado ayer– en el que se subraya el riesgo de las inundaciones súbitas en el Mediterráneo.
¿Es normal lo que hemos visto este otoño: ciclones tropicales, tormentas mortales...?
Forma parte del clima mediterráneo. Hay más energía disponible en el ambiente, lo que favorece que se produzcan lo que nosotros llamamos fenómenos convectivos. Ejemplos anteriores los hemos tenido en las inundaciones de 1994 o 1962.
¿Incide el cambio climático?
El cambio climático apunta también un aumento de precipitaciones de carácter torrencial. Lo que vemos está en consonancia con lo que se espera que pueda pasar.
Hemos tenido ciclones tropicales, luego convertidos en tormenta tropical, como Leslie...
Sí, son fenómenos, que se han desarrollado por movimientos ascendentes de aire muy húmedo, con un gran intercambio de energía con el ambiente, y que dan lugar a nubes de gran desarrollo vertical.
¿Puede aproximarse otro huracán atlántico a la Península?
Este es un fenómeno raro. Hemos tenido otros, que se dirigieron a Canarias, como la tormenta Delta. Que nos lleguen huracanes como los que azotan el Caribe es poco probable. Lo que puede suceder más probablemente es que, como ha pasado hasta ahora, lleguen ya debilitados.
¿Se dan ahora más sucesos por precipitaciones extremas o torrenciales?
Podemos asegurar que en el mundo están aumentando los daños por inundaciones. Concretamente el riesgo de inundaciones está aumentando en el Mediterráneo pero sobre todo por efectos relacionados con la intervención del hombre, como son los cambios de usos del suelo, la ocupación del territorio y la mayor exposición de bienes. Eso es mucho más decisivo que el posible aumento de lluvias que tengamos.
Y ¿hay más inundaciones ahora?
Observamos un aumento de las inundaciones que llamamos extraordinarias, no sólo en Catalunya, sino en toda la cuenca del Mediterráneo. Se trata de inundaciones que, aunque producen daños y afectan el común día a día, no llegan a producir grandes destrucciones. Pueden dar lugar a alguna víctima mortal, sobre todo por imprudencias. Sirven de ejemplo los que se dan en el Maresme. Entre 1981 y 2010 se produjeron 219 episodios de inundación en Catalunya, y más del 50% fueron de este tipo, que se da sobre todo en las comarcas costeras.
¿Cuál es su contribución concreta en el informe del Nature Climate Change?
Me centro en el problema de las inundaciones súbitas, algo que en el centro y norte de Europa no se comprende bien, pero que son las más usuales en la región mediterránea. Aunque no produzcan tantos daños materiales, como en el desbordamiento de un gran río, como el Danubio, al ser más frecuentes, los daños acumulados son muy importantes al cabo del tiempo. Y más, las víctimas humanas. Pensemos en las del Vallès, en Biescas, o las más recientes en Mallorca. La mayor parte de inundaciones súbitas se producen por lluvias que duran unas pocas horas o, incluso, menos de una hora.
¿Qué centra su investigación ahora?
Las precipitaciones máximas en España no están aumentando, cuando en teoría deberían aumentar, según los escenarios del Panel de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC) de la ONU. Eso pasa porque los datos que utiliza el IPCC para el análisis del pasado y el pronóstico de escenarios de futuro tienen en cuenta, como máximo, series de precipitaciones diarias. Y eso no da ninguna tendencia en nuestra región. En cambio, al trabajar con series de lluvias de cinco minutos hemos descubierto que se da un aumento de las tormentas intensas de corta duración.
TRAGEDIAS EN MINUTOS “Los daños materiales por inundaciones súbitas frecuentes son muy importantes”