Roma no se mueve: “No atacan a un Gobierno, sino a un pueblo”
Un eurodiputado de la Liga, Angelo Ciocca, se saca el zapato –“con suela made in Italy”, presume– en la rueda de prensa de la Comisión Europea (CE) en Estrasburgo. Ni corto ni perezoso, toma los papeles sobre el presupuesto del comisario de Asuntos Europeos y Financieros, Pierre Moscovici, y los “pisa”. Luego en un tuit le llama “euroimbécil”.
La gesta de Ciocca podría definir muy bien la respuesta del Gobierno italiano ante las advertencias de Bruselas: la confrontación directa. Poco después de conocer la decisión de Estrasburgo, el ministro del Interior, Matteo Salvini, avisó que no piensan recortar “ni un euro” de las cuentas. “No están atacando a un Gobierno, sino a un pueblo. Estas son cosas que irritan a los italianos, y luego se quejan de que la Unión Europea está en su mínimo de popularidad”, dijo el líder de la Liga de visita oficial en Bucarest.
Igual de desafiante se mostraba el líder del Movimiento 5 Estrellas, Luigi di Maio. “Es el primer presupuesto italiano que no le gusta a la UE. No estoy sorprendido. Es el primero que ha sido escrito en Roma y no en Bruselas”, escribió en Facebook. “Si nos rendimos, los expertos a favor de los bancos y de la austeridad volverán con rapidez y por eso no nos rendiremos”, añadió.
Los mercados reaccionaron con virulencia y la prima de riesgo italiana ascendió ayer a los 320 puntos básicos. El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, pidió el lunes ante la prensa extranjera que todas las autoridades contengan sus declaraciones para no asustar a los inversores. También prometió explicar a la CE tantas veces como fuera posible que los presupuestos quieren impedir una recesión y prometió que en ningún caso superarían el techo del 2,4%. El anuncio de la Comisión encontraba a Conte recién llegado a Moscú para reunirse hoy con el presidente ruso, Vladímir Putin, tras defender que las sanciones a Rusia son inútiles. En una primera reacción, el premier dijo que responderán a la UE con datos durante estas tres semanas.
Mientras se acerca a Rusia, Italia ha elegido la vía de la confrontación directa con Bruselas, una estrategia que lleva adoptando el actual Ejecutivo populista desde que llegó al poder el pasado junio. Pero una cosa es cerrar los puertos y la otra es poner contra las cuerdas a la UE en asuntos económicos. Es difícil pensar que Italia esté dispuesta a llegar hasta este nivel, pero una guerra abierta podría minar todavía más la confianza de los italianos en las instituciones europeas en vísperas de unas elecciones clave el próximo mayo. Según el último estudio del Instituto Ixè, sólo el 51% de los italianos confían en la UE.