Iglesias censura a Tardà por tachar de “payasada” el diálogo presupuestario
El portavoz de ERC en el Congreso de los Diputados, Joan Tardà, calificó ayer de “payasada” hablar de reunirse con el Gobierno de Pedro Sánchez o asistir a las presentaciones de los ministros del proyecto presupuestario. Antes de asistir exige que el Gobierno ordene a la Fiscalía que retire los cargos de rebelión contra los políticos catalanes procesados por el Supremo. “No iremos a hablar de presupuestos. No iremos ni siquiera a las comparecencia si el Gobierno no hace aquel movimiento que le hemos reclamado, instar a la Fiscalía a retirar las acusaciones (...) Dejémonos de payasadas”.
La dureza de las palabras de Tardà contrastaba con el tono empleado por el portavoz del PDECat, Carles Campuzano, que coincide con el republicano en que “no se dan las condiciones de confianza para iniciar el diálogo” con el Gobierno, pero adelantó que su grupo sí asistirán si el Ejecutivo los cita: “Nosotros nos sentaremos a explicar nuestra posición al Gobierno”.
Que el portavoz de ERC elevara ayer el tono respecto a la posición de su formación con vistas al proyecto presupuestario no gustó nada al secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, que el viernes visitó a Oriol Junqueras en la cárcel de Lledoners en compañía, entre otros, de Tardà. “Tengo que decir que no es ni de lejos el tono que encontré en el señor Junqueras”, decía Iglesias tras escuchar las palabras de Joan Tardà ayer a la entrada de la junta de portavoces. “Hay que ser más prudente a la hora de hablar”, aconsejó el líder de Podemos para evitar que se eche a perder la posibilidad de un diálogo abierto sobre Catalunya: “Quizá ciertas salidas de tono no contribuyen a un diálogo que todos buscamos y que sabemos que es necesario para avanzar en una dirección que ponga fin a la excepcionalidad”.
Y en cuanto al término elegido por Tardà, payasada, Iglesias se mostró especialmente dolido. “Hay que hablar de muchas cosas, hay que hablar de los grandes temas políticos, que tienen que ver con la política territorial y con una situación de excepcionalidad que ha llevado a la prisión o al exilio a los jefes de dos de los principales partidos en Catalunya”, admitió, “Pero, oiga usted, subir el salario mínimo a 900 euros no es una payasada; una ley contra las violencias machistas que evitará casos como el de La
Manada no es una payasada; la inversión en dependencia o la supresión de los recortes no son ninguna payasada”.