Rivas vuelve a llevarse a sus hijos aduciendo que el padre les pega
Francesco Arcuri, el padre de los dos hijos menores de edad de Juana Rivas, denunció ayer ante la Justicia italiana a la mujer de Granada por llevarse a sus hijos “sin que sepa dónde o con quién están”. Arcuri ha solicitado al Tribunal de Cagliari que disponga la entrega inmediata de los niños, que se le revoque el derecho de visitas a la madre y que se prohíba sacarlos del país, “dado el peligro manifiesto de una nueva sustracción”.
El caso de Juana Rivas, condenada en España a cinco años de cárcel por sustracción de menores, se enreda aún más. La granadina recogió el viernes a sus hijos en Carloforte, donde viven con su padre, y desapareció con ellos, como ya hiciera en Granada en el verano del 2017. En esta ocasión, para supuestamente protegerles de los malos tratos de Arcuri, después de que descubriera un gran moratón en la espalda de su hijo menor, de cuatro años, del que tiene un parte de lesiones de un hospital, y presentara denuncia ante la policía italiana. Ella asegura que Arcuri lanzó al niño en un arrebato de ira contra los barrotes de hierro de la cama, mientras su excompañero se defiende señalando que se trató de “un accidente doméstico”, ocurrido en casa de los abuelos italianos de los niños.
El Centro de la Mujer de Maracena, la localidad donde vive Juana Rivas, presentó el domingo un informe ante el Ministerio español de Asuntos Exteriores en el que solicitaba protección consular para la mujer y sus hijos mientras permanecieran en Italia. En ese informe se adjuntaba un parte médico por lesiones del niño más pequeño, así como tres misivas escritas por el mayor, de 12 años, en las que describe la convivencia con su padre “como una peli de miedo”.
En esos textos, presuntamente escritos por el menor, señala que “cada día me llama mierda, no valgo nada, soy un gusano asqueroso, me agarra las muñecas de los brazos, me pega tortazos, empujones... y a mi hermano lo abandona y le amenaza haciéndole creer que todo es normal”. Más adelante añade que “tira a mi hermano por las escaleras, nos da tortazos, nos tira sillas, me empuja contra la pared apretándome el pecho, me aprieta sus manos en mi cuello sin dejarme respirar, me da mucho miedo de que me muera”. En conclusión, señala el menor, “cada día me da miedo pensar que a mí o a mi hermano nos pegará con un palo o nos matará”.
El abogado español de Arcuri, Enrique Zambrano, aseguró ayer que “ni la policía italiana ni los médicos que examinaron al niño se creyeron la versión de Juana Rivas”. Zambrano considera todo lo sucedido como un episodio más “de la instrumentalización que Rivas está haciendo de sus hijos en su batalla contra Arcuri”. También recordó que el italiano y sus hijos están bajo una “intensa vigilancia” en su país, por lo que negó toda verdad en las acusaciones.
Arcuri denuncia a su exmujer mientras el mayor, de 12 años, dice que vive “una peli de terror”