El torpedo que no encajaba
Icardi se fue del Barça por 400.000 euros y hoy puede valer más de 100 millones
El mismo desmarque. Idéntico cabezazo. Y gol. Siempre gol. En un vídeo se le ve con la camiseta azulgrana del Barça. En el otro, con la nerazzurra del Inter. La jugada es clavada. Han pasado muchas campañas, pero el depredador sigue respondiendo al nombre de Mauro Icardi. Formado durante dos temporadas y media en el fútbol base barcelonista, el delantero estrella del cuadro milanés cumplirá esta noche el anhelo de todo jugador que llega a la órbita de la Masia: jugar en el Camp Nou. Cuando se marchó cedido al Sampdoria en el 2011 aspiraba a hacerse un hueco en la élite. Siete años después, a los 25, se puede decir que ha derribado la puerta. 113 goles en 191 partidos con el Inter y dos en sus dos únicos encuentros de Champions son cifras que hablan claro. El domingo decidió el derbi de Milán y La Gazzetta dello Sport lo comparaba con otros grandes arietes de Europa.
Si se están preguntando por cuánto lo dejó escapar el Barcelona la cifra es 400.000 euros. Por una promesa no está mal pero cuando el Inter lo venda su traspaso será infinitamente superior
LA REFLEXIÓN DE ICARDI
“En Barcelona empezó mi carrera de verdad; aprendí mucho, es lo que me llevó a ser lo que soy”
tras haber pagado 13 millones al Sampdoria por un futbolista que hace del área su hábitat natural. Se habla de que puede ser vendido por más de 100 millones, pero afirma que por ahora no piensa moverse. “Soy el capitán del Inter, estoy muy a gusto en Milán. No me planteo salir. No tengo las ganas ni la necesidad de irme”, sostuvo.
Ayer ya pudo inspeccionar el Camp Nou y hablar desde su sala de prensa. “Pasar por Barcelona fue una cosa importante en mi carrera. Aprendí mucho futbolísticamente y personalmente. Doy gracias a lo que aprendí y viví aquí. Aquí crecí. Es lo que me llevó a ser lo que hoy soy. Es donde empezó de verdad mi carrera futbolística. Jugar en este estadio es especial y emocionante para mí porque será la primera vez”, argumentó.
La única pena que en el fondo no es tal es que no podrá enfrentarse a Messi. “Primero pensé que era una lástima porque es el mejor pero también es una suerte que intentaremos aprovechar”, reconoció. Rosarino como Leo, se formó en Canarias donde su familia se trasladó cuando el atacante tenía 9 años. En el Vecindario metió 500 goles y los grandes clubs empezaron a rifárselo tras un torneo en Arona. Lo captó el Barcelona, donde estuvo en el juvenil B y en el A y donde fue dirigido por Sergi Barjuan y por Òscar Garcia.
Aquí dejó amigos (como Ernesto Cornejo, que hoy juega en Gibraltar) y compañeros de piso. Durante medio año compartió vivienda con Sergi Roberto, el hoy sevillista Sergi Gómez y con Marc Muniesa, que lo recuerda desde Girona para La Vanguardia. “Era muy buen chaval, se avino con nosotros. Vivíamos en la Travessera de Les Corts. Cuando cenábamos con las novias era tímido, si no conocía a la gente se volvía más callado”, subraya el central. Después debió cambiar porque se enamoró de Wanda Nara, la que hoy es su pareja y representante, y que antes era la esposa del exazulgrana Maxi López. El triángulo amoroso hizo correr ríos de tinta.
Pero volviendo al fútbol el Icardi de la Masia es básicamente el mismo tipo de futbolista que ahora. “Se trataba ya de un rematador puro, un jugador referencia, que devuelve el balón y va hacia al área. No era un jugador de toque”, radiografía Muniesa. Ahora tendría espacio en el Barcelona porque, y lo dice también el defensa, se asemeja en cierta medida a Luis Suárez pero en aquella época con la doctrina de Guardiola encima de la mesa (Icardi llegó en el 2008) la moda era otra. “No encajaba mucho en aquel Barça. Se estilaba más el falso nueve, con Messi y luego Cesc en el primer equipo y Rafinha, e incluso Sergi Roberto, ejerciendo esas funciones en el juvenil. Le fueron quitando el sitio”, evoca Muniesa, que reconoce que no le veía un futuro de oro a Icardi. “No me imaginaba que llegaría tan lejos, a ser una estrella y capitán del Inter. En el juvenil estaba un poco estancado”.
Así lo admitió el propio delantero, que se buscó la vida en Italia porque dice que es el fútbol que mejor le va. “No me lo pensé dos veces porque sabía que iba a ser difícil jugar en Primera con el Barcelona. Estoy muy contento con la decisión que tomé. Quería triunfar”, dijo. Por eso pidió, a través de su representante, vídeos suyos a Jaume Marcet de Barça TV para intentar convencer a otro club que le llevara al camino del éxito. Lo encontró. Y de qué manera.
EL RECUERDO DE MUNIESA “Era muy buen chaval, pero en el juvenil se había estancado un poco, se llevaba más el falso nueve”