Dybala se cuela en la fiesta
El argentino, asistido por Cristiano, deja de nuevo en entredicho a Mourinho
La afición fue a Old Trafford para aplaudir a Cristiano Ronaldo, su ídolo entre el 2003 y el 2009, y para ver de cerca si la recuperación del United era real y la Champions transformaba al equipo. Nada más lejos de la realidad. En la fiesta de Cristiano, que no marcó pero creó la jugada del gol del Juventus, se coló Dybala. El argentino, que ya suma cuatro goles en Champions, reclamó los focos. La Joya, que ya tenía víctimas ilustres como el Barcelona, acabó con el United, cuyo problema se puede resumir en que no compareció hasta bien entrada la segunda parte. Mourinho, en su temporada pendular, vuelve a estar cuestionado.
En la historia reciente del Juventus hay una afrenta que ha costado mucho digerir. Lo que sucedió el 24 de abril de 1999 en Turín tiene difícil explicación. La Juve se puso 2-0 en el minuto 11. Era el sueño de cualquier equipo italiano de la época. Defender una ventaja de dos goles –el 2-2 también les clasificaba– y poder sentenciar a la contra. Sin embargo, el Manchester United entró en combustión y logró tres goles (y dos postes) para dar la vuelta al marcador. Eran los Fergie Boys. Marcaron Keane, Yorke y Cole. También estaban Beckham, Stam, Scholes y Schmeichel. Aquella exhibición del United en la vuelta de las semifinales evitó que la vecchia signora entrase en su cuarta final consecutiva: campeón en 1996 y subcampeón en 1997 y 1998.
Ayer el Juventus le pudo devolver el baile a los diablos rojos en Old Trafford. Seguramente la importancia no es la misma al tratarse de la fase de grupos, pero sólo hubo un equipo que actuó como un grande sobre el césped. Y no fue el de casa. El Juventus, que aspira de verdad a reverdecer laureles, plasmó una actuación intimidante.
El resultado no hizo justicia con los bianconeri. La pelota era del Juventus con Pjanic y Betancur mandando en el centro del campo. Las ocasiones eran de Dybala y Cristiano, pero también con las llegadas de Matuidi y Cancelo. La posesión llegó al 72%. Tan embotellado estaba el United que daba cosa ver a dos futbolistas imaginativos como Rashford y Martial en posición de lateral. Cosas de Mou. Suerte que De Gea, ayer sí, se ganó el apodo de súper con varias manos salvadoras. Sólo Dybala pudo batirle tras una buena jugada por la derecha de Cristiano. Fue el salvador del honor local.
Tanto se confió el Juventus que a punto estuvo de costarle caro. Pogba pudo empatar, pero su disparo se estrelló en la base del palo de Szczesny, que hasta ese momento no había tenido que hacer ninguna parada. A raíz de eso, a Allegri le entró un ataque de conservadurismo y dio entrada al veteranísimo Barzagli para jugar con tres centrales temiendo que el United acabase colgando balones a la cabeza de Lukaku, Matic, Smalling, etcétera. Pero no hubo épica. Sin fe, la afición dejó Old Trafford antes de hora.