“Los nazis pasaron, pero el odio a Freud persiste”
Tengo 73 años. Soy de París. Soy psicoanalista e historiadora. Estoy casada, no tengo hijos. ¿Política? Soy de izquierdas. ¿Creencias? Estudio la función de las religiones en la cultura, sin profesar ninguna. Los científicos no quieren aceptar que no somos dueños de nosotros mismos
Estudia usted la historia del psicoanálisis... El psicoanálisis ha evolucionado según cada sociedad y cultura en cada momento. ¿Qué es el psicoanálisis? Una respuesta humanista al salvajismo de una sociedad depresiva que tiende a reducir al hombre a una máquina puramente biológica, sin pensamiento ni afecto. ¡Una gran aventura individual y colectiva!
¿Colectiva?
Desvela que las sociedades se conducen por pulsiones no siempre racionales.
Ya me parecía...
Y cada individuo puede analizar sus pulsiones inconscientes y exponerlas a la luz de su conciencia: sanará neurosis y será más libre.
¿Eso pretende el psicoanálisis?
Freud fue el primero en entender que la histeria de algunas de sus pacientes expresaba represiones hondas no conscientes, corsés emocionales y sexuales que eran propios de la cultura europea de aquel momento.
Y subió al inconsciente al escenario.
Se tomó en serio los sueños como afloración del lenguaje del inconsciente mientras está durmiendo nuestra conciencia.
Los egipcios ya interpretaban sueños...
Y los hebreos, vea a José en la corte del faraón. Freud conocía bien los relatos del Pentateuco, el Talmud hebreo: no se quedó en lo simbólico ni teológico, entendió que detrás latían deseos escondidos. ¡Él fue más allá!
¿Y cómo llegó usted al psicoanálisis?
Mi madre se separó y reemparejó: crecí con tres progenitores, en una familia atípica, en un entorno muy proustiano...
¿Y eso enlaza con el psicoanálisis?
Mi madre era amiga personal de Lacan.
Jacques Lacan, ¿discípulo de Freud?
Así es, y fue el fundador de la escuela psicoanalítica parisina.
¿Recuerda usted a Lacan?
Entraba y salía de casa. Yo no le hacía mucho caso. Era un amigo de mamá, sólo eso, y yo recelaba un poco de él, igual que mi padre.
Aquí detecto aspectos analizables...
Después me entusiasmaría su obra. Y tuve que escuchar de labios de mi madre: “¡Ya te lo decía yo, ya te decía que era genial!”.
¿A qué se dedicaba su madre?
Trataba a niños pequeños abandonados por sus padres o afectados por traumas tempranos. Lo sabía todo sobre la psique infantil.
¿Qué idea de Lacan me reseñaría?
Llevo de Ya Insisto, Freud, veo su escritos que biografía para se es lo usted montones reducirlo pido incluida, un por periodista todo mis de como libros lectores. en una también ignorante sobre línea. Lacan, la que ¡Qué Ignorante a me divulgar idiotez! entrevista soy: No ahora ¡ilústreme! sin banalizaré su saber visión qué aquí Ayúdeme de he Lacan. escrito... a Lacan, usted
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¡Hablamos de El cosas psicoanálisis serias, monsieur! ha sido ¡No ferozmente frivolicemos! ¡Los Terrible, nazis perseguido pasaron, pero le por pero pido todas el que... odio las dictaduras... a Freud persiste! Es ¿Por la verdad: qué dice ¡aún eso? escandaliza mucho saber que Yo no lo somos tengo dueños ya asumido. de nosotros mismos!
Ahora igual que esto antes altera alteraba mucho a los a sacerdotes. los científicos, ¿Compara de ayer? la ciencia de hoy con la Iglesia
Los bien– científicos con el bebé tiran dentro el agua –lo sucia que –lo está que mal–: está ¡incurren en fanatismo, muchos de ellos!
Que ¿Qué toda les pretensión diría a esos de científicos? dar una explicación unívoca a un fenómeno... será fallida.
Es lo que venía a preguntarle: el psicoanálisis ¿es ciencia o es arte?
Ni religión ni ciencia. ¡Jamás dogma! Este pecado ya lo cometió el psicoanálisis: creyó ser explicación única de todo. Y es un pecado que hoy está cometiendo la ciencia.
¿Debería yo psicoanalizarme?
¡No es obligatorio! Yo lo hago, para esclarecer mi inconsciente y conocerme mejor. Pero tú hazlo sólo si tienes muchas ganas. Y hazlo sólo con un muy buen psicoanalista.
Esto es cosa de ricos.
Empezó siéndolo, pero dejó de serlo en los años 60 y 70, ¡y hoy debería ser para todos!
¿Y dedicarle veinte años de mi vida?
¡No! Con dos sesiones semanales, dos años bastarán. Un psicoanálisis inacabable es tan impropio como la actual insistencia psiquiátrica en hipermedicar todas las aflicciones del alma. ¡El ser humano no es sólo química!
Gracias por la entrevista.
¡Basta de esos psicoanalistas que te tienden en el diván y que callan! Son como un burócratas ausentes. ¡Hay que hablar!
Pues si tiene algo más que decir...
Lo diré: es falso que a un niño le perjudique ser criado por una pareja homoparental. Le dañará, sólo, no haber sido amado. Y con ser muy bien amado por una sola persona, ese niño crecerá con una psique sana y salva.