24 horas en Santander
Enclavada en una de las bahías más hermosas de la península ibérica, Santander enamora con sus playas, grandes paseos, parques y elegancia. Abierta al mar y al arte, su aspecto señorial domina los principales atractivos de la ciudad y esconde su parte más gamberra. Pasar un día en la ciudad nos permitirá explorar sus zonas más emblemáticas y disfrutar de sus calles, acompañados por la electrizante presencia del Cantábrico.
DE PASEOS Y PLAYAS
Para los que no conozcan la ciudad, la mejor manera de penetrar en su naturaleza es empezar por la playa del Sardinero. Lugar de veraneo de personajes ilustres de la historia española como Isabel II o Alfonso XIII, acoge hoy una intensa actividad de ocio, con paseantes, surfistas y ciudadanos dispuestos a disfrutar de su arena dorada y del ambiente chic que la rodea. El Sardinero es también uno de los atractivos más importantes que recorre la avenida de la Reina Victoria. Seguir este paseo en dirección oeste nos permitirá visitar los principales atractivos de la ciudad hasta el centro histórico. Uno de los más destacados en la zona es, sin duda, el palacio de la Magdalena. Construido a principios del s. XX por Alfonso XIII, su arquitectura de estilo británico recoge el mismo espíritu elegante de la ciudad. Visitarlo nos permitirá adentrarnos en sus lujosas estancias y habitaciones.
Continuando por la avenida nos cruzaremos con el Museo Marítimo y, más allá, con el Puerto Chico, la antigua zona pesquera, hoy llena de restaurantes y locales para disfrutar de lo mejor de la gastronomía que puede ofrecer la ciudad. En sus proximidades, el vanguardista Centro Botín, dedicado a la exposición e investigación artística, aporta un toque de modernidad a un paisaje dominado por los edificios de aspecto tradicional.
HOTELES CON ENCANTO
Es en esta zona donde encontraremos también muestras de la calidad de los establecimientos hoteleros de la zona. Entre estos, el Eurostars Hotel Real, uno de los más emblemáticos de la ciudad, con más de un siglo de actividad. Con una situación magnífica y unas vistas privilegiadas sobre la bahía, reúne lo mejor de la arquitectura y estética de la ciudad y ofrece lujo, una interesante propuesta gastronómica basada en la cocina mediterránea y un exclusivo centro de talasoterapia. En la actualidad, además, presenta nuevas instalaciones, después de haber pasado recientemente por un profundo proceso de renovación.
EL CENTRO HISTÓRICO
En este punto, en la parte posterior del Centro Botín nos encontraremos a las puertas del núcleo histórico, que cuenta, en este caso, con una particularidad: la mayoría de sus edificios son relativamente recientes. Un gran incendio en el año 1941 lo destruyó y cambió su aspecto por el de la ciudad actual. Es aquí donde encontraremos el mercado del Este, un centro gastronómico informal pero delicioso, donde abundan las tiendas especializadas. A su lado, la plaza porticada de Pedro Velarde, que preside el imponente edifico del Ayuntamiento. Pequeñas calles lo rodean y se extienden por sus alrededores, concentrando una parte muy importante de la actividad de ocio nocturno de la ciudad.
Con el vino y las tapas como principales atractivos, las terrazas de los bares del centro son una muy buena opción para descansar y reponer fuerzas tanto al mediodía como por la noche. La esquina del Arrabal, Bodega del Riojano y Cadelo son locales que ofrecen lo mejor de la gastronomía tradicional de la zona.
Para terminar la visita, si aún nos quedan energías, podemos coger el funicular del Río de la Pila hasta las alturas del barrio de Prado de San Roque y contemplar la espléndida panorámica de la ciudad.
LA COS TA CONCENTRA LOS PRINCIPALES ATRACTIVOS D E LA CIUDAD, QUE SE PUED EN VISITAR SIGUIENDO EL PASEO MARÍTIMO