La Champagne, el arte de vivir a la francesa
Lo decía Amélie Nothomb en su libro Pétronille: más que un compañero (en origen, "con quien se comparte el pan"), lo mejor es tener un comviñero (una persona con la que compartir el vino). Y, concretamente, la escritora belga se refiere al vino francés más glamuroso de todos: el champán. Una bebida vinculada a las celebraciones, la sofisticación y la joie de vivre que se elabora en unos 300 pueblos repartidos por la región que le da nombre, la Champagne. Con sus restaurantes de alta cocina y producto local, sus bodegas ubicadas en impresionantes espacios naturales y sus pueblecitos rodeados de viñedos, esta región merece toda nuestra atención. Para conocerla, os proponemos un recorrido en coche que visita los mejores lugares para degustar el vino más elegante del mundo.
CATEDRALES BAJO TIERRA
Reims es una de las principales ciudades de la Champagne y también una urbe repleta de comercios, edificios monumentales y museos. Entre sus callejuelas se esconde la catedral de Notre-Dame, un edificio reconstruido por los ciudadanos después de los fuertes bombardeos sufridos durante la Primera Guerra Mundial, que destruyeron buena parte de las edificaciones de la ciudad. Curiosamente, las bodegas de champán de la zona ayudaron a los ciudadanos durante estos bombardeos y la posterior ocupación nazi: muchas se ubican dentro de cuevas subterráneas, excavadas primero por los romanos y utilizadas después para producir y almacenar botellas de champán.
Este es el caso de Ruinart, una maison que se enorgullece de ser la primera en exportar esta deliciosa bebida ya en 1729. La marca ofrece visitas guiadas a sus instalaciones, que muestran estas impresionantes grutas ,o crayères, únicas en el mundo, en las que podemos aprender sobre el proceso de elaboración de este exquisito vino espumoso. No os perdáis una visita a esta catedral
EL RECONOCIDO VINO ESPUMOSO VINCULADO A LA 'JOIE D E VIVRE' SE ELABORA EN UN OS 300 PUEBLOS REPARTIDOS POR LA CHAMPAGNE
subterránea de roca caliza, que llega hasta los 40 metros bajo tierra.
En el edificio principal de la Maison Ruinart, además, encontramos una obra muy significativa: el primer cuadro en el que aparecen una botella de champán y, volando en el aire, un corcho. Se trata de una cena de gala, lo que nos da pistas sobre el pedigrí que tenía este vino ya desde sus inicios. Un hecho bastante irónico si se tiene en cuenta que, de hecho, esta bebida espumosa procede de un error de producción, ya que no se conseguía sacar el gas de las botellas cuando intentaban elaborar vino blanco a partir de uvas tintas. Como nos explica Isabelle Pierre, responsable de patrimonio de Ruinart: “Lo que hicieron fue transformar un defecto de producción en una cualidad”, convirtiendo este vino en sinónimo de excelencia francesa.
UN VINO PARA CADA DÍA
En la Champagne encontramos decenas de bodegas dedicadas a los vinos espumosos, que en muchas ocasiones son negocios con larga tradición. Ese es el caso de J. De Telmont, en Damery, fundada en 1912 y especializada en uvas chardonnay y meunier, que fueron pioneros en organizar actividades de enoturismo. Esta bodega familiar de cuarta generación se interesa por los métodos biodinámicos y ofrece cursos personalizados para aprender sobre la elaboración de los espumosos y las variedades de uva. Aquí definen el champán como “un vino local”, y nos explican que la mayoría de los ciudadanos de la región tienen una botella en la nevera, lista para abrir en cualquier momento (y, muy importante, no solo durante las celebraciones). Una bonita imagen que demuestra lo vinculada que está la bebida con la cultura local.
Para conocer otros champanes, podemos hacer una parada en la encantadora tienda y bar Prise de Mousse, que cuenta con decenas de referencias de espumosos y donde se pueden hacer entretenidas catas, e incluso pedir una cesta de pícnic para comer entre los viñedos. Está ubicada en el pueblo de Rilly-la-Montagne, un lugar especialmente apreciado por los enólogos porque combina como ningún otro la piedra caliza y la arcilla. Es interesante señalar que el nombre de esta tienda se traduce por segunda fermentación, que es la fase que permite que un vino tranquilo se vuelva efervescente y, por tanto, se convierta en champán.
CULTURA ENTRE VIÑEDOS
Otra parada obligatoria es el pequeño pueblo de Hautvillers, considerado por muchos el lugar de nacimiento del champán. El motivo es que aquí se encuentra la tumba de Pierre Pérignon, un monje benedictino que algunos consideran el descubridor de los vinos espumosos y que inspiró el nombre de unos de los champanes más famosos del mundo, Dom Pérignon.
Aquí podemos comer en el restaurante familiar Au 36 (36 rue Dom Pérignon), que organiza catas de champán monovarietales. Su menú diario, además, se basa en una selección de especialidades locales, entre las que destacan los famosos lentillons de Champagne, el jamón de Reims y Ardennais, el queso chaource o el macarrón con mermelada de frambuesa. En el local también venden joyería inspirada en el champán y todo tipo de objetos que rinden tributo a los espumosos.
AVENIDAS MUY FAMOSAS
A poco kilómetros de Hautvillers, la ciudad de Épernay esconde otra cita obligada de esta región vinícola: la avenida de Champagne, reconocida como Patrimonio Mundial de la Unesco, es un kilómetro de calle donde las grandes maisons se abren al público. Moët & Chandon, Mercier o De Castellane son algunas de las bodegas presentes en la avenida más cara del mundo, considerada así por la gran cantidad de botellas de champán que se concentran en sus bodegas subterráneas.
Winston Churchill, refiriéndose a las bodegas de Pol Roger de esta avenida, definió el lugar como “la dirección más bebible del mundo”.
Para cenar en Épernay, una buena opción es el restaurante La Table Kobus (3 rue du Dr Rousseau), especializado en gastronomía francesa y decorado como un bistrot parisino de 1900. En la carta, propuestas como el foie-gras con ratafía de champán o el cordero de Quercy con tomate confitado combinan producto de proximidad con técnicas contemporáneas.
JUEGOS DE LUCES
Nuestra última parada es Châlonsen-Champagne, conocida como la “Venecia espumosa”. Aquí nos sumamos a una de las actividades favoritas de sus visitantes: la ruta nocturna en barco Métamorph’eau’ses, que recorre los canales del río Mau y lo combina con un mapping sobre edificios icónicos. Este paseo lleno de luz y sonido, disponible los viernes y sábados por la tarde durante el invierno, permite descubrir joyas arquitectónicas escondidas, además de ver animaciones sobre edificios tan famosos como la colegiata de Notre-Dame-en-Vaux. Una buena manera de despedir una región donde la joie de vivre es el vino (que no el pan) de cada día.
CÓMO LLEGAR
La mejor manera de llegar a la Champagne es volando al aeropuerto Paris-Charles de Gaulle y conectando con tren con alguna de las ciudades de la región, que están a una hora de distancia.
DÓNDE DORMIR
Uno de los establecimientos con más encanto de la Champagne es el Hôtel Jean Moët en Épernay (7 rue Jean Moët), a escasos metros de la avenida de Champagne. Habitación doble a partir de 130€. www.hoteljeanmoet.com
En la pequeña localidad d e Châlons-en-Champagne, la recomendación es el tranquilo y bucólico Hôtel Pas teur (46 rue Pas teur), que cuenta con un personal excepcional mente atento. Ha bitación doble a partir de 150€. www.hotel-pasteur.fr
En Reims, el Hôtel de la Paix (9 rue Buirette) ofrece habitaciones amplias y mod ernas en plen o centro. Su restaurante Café de la Paix merece una visita. Habitación doble a partir de 162€. www. bestwestern-lapaix-reims.com