Laponia, tras el fuego del zorro ártico
Según una leyenda sami, es un zorro el que, al cruzar veloz las mesetas árticas, levanta chispas con su cola y provoca las auroras boreales. Por ello lo llaman revontulet, “el fuego del zorro”. Mucho menos romántica es la explicación científica, que nos cuenta que es la energía que provocan algunas partículas al colisionar con la atmósfera de la Tierra. Sea como sea, la aurora boreal, que aparece doscientas noches al año en la Laponia finesa, impresiona al más viajado. La posibilidad de ver en persona este fenómeno natural es solo uno de los motivos para escoger este destino, una auténtica meca para los amantes de las estampas invernales. Adentrarnos en el espectacular paisaje subártico montados en motos de nieve o en trineos tirados por huskies y visitar granjas de cría de renos son algunas de las experiencias únicas que ofrece esta región nórdica. Y, por supuesto, cerrar la jornada degustando una humeante fondue en una acogedora cabaña, o bien pescado o carne de caza a la brasa junto a una fogata en medio de la nada.
La mejor opción para descubrir Laponia en profundidad son las rutas de varios días como las que propone B the travel brand, que aúnan la inmersión en la naturaleza con propuestas para conocer la cultura local. Rovaniemi, la capital, muy cerca del Círculo Polar Ártico, es la base perfecta para empezar el viaje, con su gran ambiente universitario, muy buenas conexiones con varios puntos de interés y una sorprendente oferta cultural. A los amantes de la ecología o la antropología les interesarán museos como el Arktikum, sobre la historia y los pueblos del Ártico, o el Science Centre Pilke, que exhibe muestras interactivas sobre naturaleza, mientras que quienes quieran indagar sobre la obra de artistas contemporáneos finlandeses la encontrarán en el espacio Korundi.
Pero, sin duda, si por algo es conocida la ciudad es por ser el hogar oficial de Papá Noel. Parada ineludible, sobre todo para quienes viajen con niños, será el Santa Claus
Village, al noroeste de la ciudad, y su vecino Santa Park, que recrean un auténtico cuento navideño con fábricas de juguetes, escuela de elfos y esculturas de hielo.
Desde la capital también vale la pena hacer una excursión al Snowman World, un parque temático helado donde practicar, por ejemplo, karting sobre hielo, deslizarse por un enorme tobogán congelado o tomar un tentempié o una contundente cena lapona en los gélidos Ice Bar o Ice Restaurant. Otras dos visitas muy atractivas, al sur de Rovaniemi, son el Ranua Wildlife Park, con animales árticos, como búhos, zorros y los impactantes osos polares, y la mina de piedras preciosas de Lampivaara.
COMPETICIONES DE 'MUSHING'
Otra propuesta de B the travel brand tiene como campamento base Ruka, junto a la frontera rusa. Aquí, el viajero podrá aprender a pescar sobre el hielo, una de las prácticas más antiguas de Laponia, y pasear con raquetas de nieve por los senderos del Oulanka National Park. A los más adrenalínicos les encantarán los safaris en moto de nieve, mientras que un parque temático dedicado a los Angry Birds hará las delicias del público joven.
Mucho encanto tiene también la pequeña localidad de Ivalo, rodeada de bosques y lagos y uno de los mejores destinos para ver auroras boreales. En la zona pueden visitarse granjas de cría de renos, donde montar en un trineo tirado por estos animales, o bien participar en una competición de mushing (carreras de trineos de perros), que conduce el propio viajero. Además, en las inmediaciones de Ivalo hay excelentes pistas de esquí y el Museo Siida, sobre cultura sami.
RUMBO AL CABO NORTE
Quienes cuenten con más días pueden optar por los circuitos más extensos; por ejemplo, el que parte de Rovaniemi y pasa por Karasjok, capital de la Laponia noruega, rumbo al mítico cabo Norte, descubriendo Tromsø, ciudad situada sobre una isla entre dos fiordos, y las islas Lofoten y navegando en busca de las ballenas gigantes. Si se prefiere un crucero, en dos semanas se puede navegar entre hielos y recorrer varias ciudades, como Helsinki, Tallin, Estocolmo y Oslo. Sobrevolar los fiordos en helicóptero, subir en el famoso tren de Flåm y visitar la cascada de Vøringfossen son algunos de los caprichos que darán aún más sabor a esta aventura en aguas nórdicas.
EN RUKA, JUNTO A LA FRONTERA RUSA, SE PUED E APREND ER A PESCAR SOBRE EL H IELO Y RECORRER EL OULANKA NATIONAL PARK EN RAQUETAS D E NIEVE