Enigmática adolescencia
Care Santos publica ‘Todo el bien y todo el mal’, una reflexión sobre la adolescencia y la maternidad
Convencida de que es un error intentar ser amiga de tu hijo en lugar de madre, Care Santos publica Todo el bien y todo el mal, la historia de una mujer que, teniéndolo todo, se derrumba el día en que le comunican que su hijo de 17 años ha intentado suicidarse.
Convencida de que es un error intentar ser amiga de tu hijo en lugar de madre, Care Santos (Mataró, 1970) publica Todo el bien y todo el mal (Destino) –en catalán Tot el bé i tot el mal (Columna)– la historia de una mujer que, teniéndolo todo, se derrumba el día en que le comunican que su hijo de diecisiete ha intentado suicidarse. Ella, atrapada en un aeropuerto por culpa de un temporal, intenta poner orden y equilibrio a su vida a través del teléfono móvil. Metáfora de mujeres que, queriendo llegar a todo, se sienten en falso.
“He escrito mucho sobre jóvenes y tengo a tres viviendo en casa. Yo creía que era una novela sobre la maternidad hasta que alguien me hizo caer en que también es una novela sobre la paternidad”, puntualiza Santos, que para escribir la novela se ha asesorado. “He conocido a padres que han pasado por el suicidio de un hijo, terrible, y para definir el perfil de Reina –que es especialista en comunicación verbal– he contado con la grandísima ayuda de Alicia Martos, una profesional en el sector”, añade.
Reina, la madre de la novela, empieza siendo poseedora de una vida que nos parece idílica: buen trabajo, buen sueldo, buen marido, hijos, estabilidad... hasta que el tsunami emocional aparece. “Nunca conocemos del todo a nuestros hijos adolescentes. Son animalillos en proceso de entrada al mundo adulto, lo que lógicamente exige un mundo de secretos. Me interesaba explicar cómo esa mujer, inicialmente fuerte, se siente absolutamente vulnerable con el intento de suicidio de su hijo. Perdida. Angustiada. Sin referentes”.
Se trata, pues, de una novela sobre la inseguridad, que abre y cierra con dos cartas. Pero también una novela sobre la infidelidad y la incomunicación, sobre la raíces familiares, sobre la vida de las prisas, sobre el desespero que genera quedarse sin batería en el móvil cuando tu vida se está hundiendo a kilómetros de aquellos a quienes quieres... todo desde la mirada de una mujer “que es todo lo contrario de una madre abnegada porque tiene una vida profesional muy intensa y hace lo que puede”.
Considera Santos que la buena literatura no debe tener edad. “Una buena novela, sea o no juvenil, si tiene calidad puede gustar a cualquier adulto. Otra cosa es el libro de prescripción escolar...”.
“Quise explicar cómo esa mujer tan fuerte se vuelve vulnerable con el intento de suicidio de su hijo adolescente”
Un punto intencionado de suspense (“quería ir más allá de la literatura intimista”) y el habitual interés de la autora por personajes sobre los que el lector va cambiando su opinión al ritmo de las páginas, son los dos ingredientes que cierran este proyecto. Un volumen cuyo título hace referencia a una letra de canción.
Productiva siempre, Santos ya está trabajando en su próxima novela (“los libros, como los hombres, de uno en uno”) y aunque no apunta ninguna certeza reconoce que le gustaría que alguien se fijara en Todo el bien y todo el mal para construir una serie televisiva o un montaje teatral.