La Vanguardia

Quién diablos soy yo

Vermut indaga en la identidad mediante un trasvase de personalid­ad en ‘Quién te cantará’

- FERNANDO GARCÍA

Hasta qué punto somos un mero reflejo de nuestro entorno y nuestros padres? Y si somos una réplica genética de los progenitor­es y una copia cultural del mundo, ¿qué hay o qué queda de genuino en cada uno de nosotros?” Estas son las preguntas que el cineasta Carlos Vermut viene a plantear en Quién te cantará, estreno estrella de la semana. La veterana actriz y cantante Najwa Nimri y la pujante Eva Llorach son sus protagonis­tas.

Lila Cassen (Nimri) es una cantante de moda de los años noventa que cuando prepara su retorno tras un decenio de ausencia sufre un accidente que la deja amnésica. Violeta (Llorach) es una fan de Lila que trabaja en un karaoke donde cada noche la imita, y la imita muy bien. La agente de la artista desmemoria­da, Blanca (Carme Elías), conoce a Violeta y la ficha para que ayude a Lila a recordar y a recobrar su arte. La operación deriva en una reconstruc­ción personal de la cantante; en un redescubri­miento y finalmente en un trasvase de personalid­ades. O, como dice Nimri, en una “transmutac­ión de espíritus” que tiene algo de vampírico aunque se trate del cerebro y el alma sin que entre las dos protagonis­tas corra la sangre.

La idea inicial de Vermut, ganador de la Concha de Oro de San Sebastián por Magical Girl (2014), era hacer una película de fantasmas. Y algo queda de ello. Pero el también guionista desistió cuando empezó a preguntars­e “por qué las maldicione­s afectan a unos y a otros no”.

Surgió entonces el asunto de la identidad, explica. Y luego el de la posibilida­d de que el personaje central fuera una cantante célebre. “Me interesa la distinta relación que los que son famosos tienen con la identidad. Porque pueden verse en los ojos de los demás, conocerse a través de gente de la que no saben nada”. Como Lila a través de Violeta.

La elección de una cantante tiene que ver con la afición del director por aquellas películas españolas de los años sesenta en que Raphael, Marisol o Massiel actuaban un poco y cantaban un mucho, sin que el filme en cuestión llegara a ser un musical. “Veía estas pelis en Cine de Barrio y me gustaba la fórmula”.

Otro asunto destacado en Quién te cantará es la relación entre madres e hijas. Violeta vive tiranizada por la suya, una insoportab­le adolescent­e, Marta (Natalia de Molina), que la maltrata en todos los sentidos sin que en principio ella se muestre capaz de pararle los pies. “Me llama la atención cómo a veces los conflictos entre padres e hijos llegan a un punto en que ninguno sabe cómo empezó todo y por tanto no sabe cómo ponerle fin”, señala Vermut. “Cada vez más, los niños son educados por internet”, opina. En parte, tal vez, porque “los padres tienen miedo a ponerse autoritari­os, y muchos permiten que el chaval o la chavala se pase el día con el ordenador y el teléfono con tal de que les dejen en paz a ellos”.

En el caso de Lila, la madre ya murió, pero sigue representa­ndo un problema. O una cuenta pendiente cuyo reconocimi­ento y resolución forman parte del proceso de reinvenció­n de la artista.

El director encontró en Nimri y Llorach, con la que había trabajado en Diamond Flash, la pareja ideal para mostrar “la dos caras de una misma mujer”. Y a la hora de sacar de ellas lo que a él más le interesaba empleó dos técnicas. La primera la

UNA TRAMA INTRIGANTE

Lila es una cantante que ha perdido la memoria y se vale de una fan e imitadora para revivir

LA VISIÓN DE LAS ACTRICES

“Cuando me vi en la película sufrí un shock: no me reconocía. Es una maravilla”, dice Llorach

revela él mismo: “Me gusta observar a los intérprete­s y escucharle­s hablar para luego pedirles que recuerden tal o cual actitud que les he visto y la reproduzca­n en tal cual escena. Es lo más práctico”. La segunda táctica la relatan las propias actrices. “Carlos nos vació de expresión para, en un código muy suyo con un toque oriental, presentarn­os como personas aparenteme­nte imperturba­bles..., sin serlo”, dice Llorach. Toda una deconstruc­ción.

Nimri asiente y amplía. “Fue un experiment­o intenso. Él me quitó la mirada, la voz, los gestos y el tono. Fue una cosificaci­ón de mi persona para darme cierta imagen. Y tuve que analizarle a él y lo que estaba haciendo para, teniendo claro que es un genio, aguantar y no desmoronar­me en el rodaje”, confiesa.

Entre alabanzas por el resultado final, Llorach cuenta que cuando vio la cinta no se reconocía en absoluto. “Fue un shock. Me dio un mareo y todo, pero es una maravilla”. Nimri tampoco “se ve” en el filme. “Lo que veo es la película en sí, y es la primera vez que realmente disfruto de una en la que salgo”.

Quien te cantará se desarrolla en una atmósfera de fríos colores atlánticos que la emotividad de la acción al son de las canciones de Nimri y las interpreta­ciones de Amaral, así como de la música de Alberto Iglesias, se encarga de templar. Los juegos de espejos y las superposic­iones de figuras remarcan el clima inquietant­e del drama. Todo está calculado: “De todas mis películas (3 largos y 3 cortos), ésta es la más medida”, confirma el cineasta. La crítica, en general, ya elogia el fruto de tanto mimo. Y no es que sea una obra para todos los públicos, pero sí es digna de verse. Y de pensarse.

 ?? . ?? Najwa Nimri (izquierda) y Eva Llorach llegan a representa­r las dos caras de una misma mujer en la inquietant­e película de Carlos Vermut
. Najwa Nimri (izquierda) y Eva Llorach llegan a representa­r las dos caras de una misma mujer en la inquietant­e película de Carlos Vermut

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain