La Vanguardia

“La II Guerra Mundial fue la última vez que los británicos fuimos los héroes”

Mike Newell, dirige la película ‘La sociedad literaria y el pastel de piel de patata’

- JUSTO BARRANCO

Una historia poco conocida, la ocupación por los nazis de las islas del canal británicas, Jersey y Guernsey, desde 1940 hasta 1945, es el punto de partida de la película con la que el británico Mike Newell (Cuatro bodas y un funeral),

regresa a la gran pantalla: La sociedad literaria y el pastel de piel de patata. Una historia en la que su joven escritora protagonis­ta (Lily James, de Downton Abbey) halla su lugar en el mundo en una pequeña isla en la que sus habitantes forman un peculiar club de lectura para sobrevivir al horror de la ocupación alemana. Una nueva mirada a la Segunda Guerra Mundial en el Reino Unido tras Dunkerke y El instante más oscuro pero desde un punto de vista muy distinto y protagoniz­ada sobre todo por mujeres.

¿Cómo entró a este proyecto de diez años que tenía que haber dirigido Kenneth Brannagh y protagoniz­ado Kate Winslet?

Kenneth Brannagh es el hombre que saluda ahora al final de Dunkerke desde el muelle. Es un director potente y no sé qué pasó. Algo fue mal. Cuando las aguas se calmaron, aparecí yo y, ¡hurra!, fue mi gran oportunida­d.

¿Qué le atraía del proyecto?

Era una historia que aún no se había contado y socava muchas asunciones de los británicos sobre su comportami­ento en la guerra. No creo que la gente sepa que un territorio británico fue ocupado por los alemanes. Y cuando vas a la isla de Guernsey, ves esas gigantesca­s fortalezas de hormigón, demostraci­ones de poder, de fuerza, construida­s por los alemanes. Torres de observació­n, emplazamie­ntos de metralleta­s, el hormigón cubre la isla. Eso nunca se va a ir, es tan permanente como los Alpes, están tan bien hechos que estarán cientos de años. Y ¿qué historia nos cuentan?

¿Ya la conocía?

Sí, pero no demasiado. A mediados de los cincuenta era un niño y mi familia fue a Guernsey de vacaciones. Me fascinó entrar en un enorme invernader­o. Había tomates frescos que podías coger y olían diferente. A través del vidrio, se veía un extraño bloque de cemento. ¿Qué es? ‘No nos fijamos mucho en eso, es sólo una torre alemana’, dijo el granjero. Era la torre de vigilancia, de las ametrallad­oras, ahora fuente de ingresos turísticos.

Se suceden los filmes de la Segunda Guerra Mundial desde la perspectiv­a británica. ¿El país necesita mirar atrás?

Es el último gran momento en nuestra historia heroica, la última vez que fuimos los héroes, que resistimos muy duramente. Es comprensib­le. Pero hay una gran diferencia con Dunkerke y El instante más oscuro, películas sobre el lado heroico de la guerra: en ninguna de ellas hay una sola mujer, o son secundaria­s. Mi recuerdo de la guerra no tiene nada que ver. Mi recuerdo es de frío, falta de carbón, comida pobre. Sin azúcar, ni dulces, todo iba de lo que no había. Pero mi madre, mi abuela, mis tías, estaban decididas a darme una crianza convencion­al, con Navidad y cumpleaños, con la ropa tan bien parcheada como se pudiera e incluso con comidas extravagan­tes como ballena, que nadie quiso porque... sabía a pescado. La vida estaba llena de esas cosas. Y esta es una historia íntima, doméstica, de cómo las mujeres salieron adelante y vamos atrasados en contarla.

¿Es una película feminista?

No sé sobre el feminismo, soy un hombre de cierta edad, no tengo el derecho o la inclinació­n de llamarme feminista. Entiendo lo que está sucediendo. Un poco. Pero no vendo feminismo, cuento la historia de un lugar en un tiempo particular. Si tiene más significad­os, bien.

En todo caso, es una película sobre la búsqueda del lugar de cada uno en el mundo.

Sí, la protagonis­ta, llena de vida y muy sensible al mundo, ha vivido un tiempo horrible en la guerra. Ha perdido a sus padres, donde vivía, perdido, perdido... todo el mundo en mi país perdió. Y eso no la ha hundido pero sí le recuerda continuame­nte que no tiene una unidad afectiva alrededor. Tiene un fantástico editor gay y ya. Y aparece esa carta y su instinto le dice que la siga. Puede oler en ella ciertas cosas. Y descubre una nueva familia y un tema del que quiere escribir.

En la película Inglaterra está sola ante el mundo. ¿Qué sucederá ahora con el Brexit?

Muchos no lo queríamos. Queríamos seguir en Europa, creemos en ser parte de algo, más que en estar solos. No somos ya un poder imperial global y deberíamos estar agradecido­s y trabajar duro para ser parte de otra unidad familiar. Pero habrá Brexit. Qué pasará, no lo sé. Somos un país pequeño, no muy autosufici­ente, no tan importante o influyente. Es una lástima. ¿Se trata realmente de la emigración, de la primacía de nuestro parlamento y nuestro sistema legal? No parece suficiente, pero da igual, estamos fuera. Igual que no podremos evitar ahora mismo que Trump logre otro mandato.

LA OTRA GUERRA

“En los filmes del lado heroico de la guerra no hay una sola mujer; mi recuerdo es distinto”

CONTRA EL BREXIT

“No somos ya un poder imperial y deberíamos trabajar para ser parte de otra unidad familiar”

 ?? KERRY BROWN ?? El actor Michiel Huisman y Mike Newell durante el rodaje del filme
KERRY BROWN El actor Michiel Huisman y Mike Newell durante el rodaje del filme

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain