Boris Charmatz
El Macba acoge el proyecto museístico de Boris Charmatz ‘20 bailarines para el siglo XX’
COREÓGRAFO
El francés Boris Charmatz presenta en el Macba, hoy y mañana, su proyecto 20 bailarines para el siglo XX: un archivo vivo en el que veinte artistas de varias generaciones interpretan célebres pero olvidados solos de la pasada centuria.
El coreógrafo francés Boris Charmatz es notorio por sus memorables trabajos, pero también por haber convertido el Centro Nacional Coreógrafico de Rennes y la Bretagne en un museo de la danza de nueva concepción. A partir de ahí ha lanzado proyectos como 20 Dancers for the XX Century que se verá hoy y mañana en el Macba. Y no es lo único: su última pieza, 1000 gestes
(2017), pasará por el Mercat de les Flors en marzo, el mismo escenario donde exhibió Flip Book, una pieza en la que Charmatz recrea, página a página, el contenido del libro Merc Cunningham, Fifty Years, el compendio fotográfico que repasa la vida y obra del coreógrafo estadounidense.
Charmatz presenta en el Macba un archivo vivo. Veinte artistas de diferentes generaciones interpretan y evocan célebres solos del siglo pasado que a pesar de haber sido creados o bailados por artistas significativos, han sido olvidados. Algunos de los más de 60 solos que se verán son de Marta Graham, Alvin Ailey, Anne Teresa De Keersmaeker, Alain Platel e incluso los movimientos de Charlie Chaplin, que contribuyeron a ampliar los horizontes de la danza. “Los bailarines son los comisarios de la exposición. Son ellos quien buscan y elijen el solo que les interesa y como recordarlo”, explica Charmatz. En su cuerpo cada artista carga con un museo, por lo que no hay un escenario ni un espacio concreto en el que desarrollar cada solo, sino que los artistas circulan durante cuatro horas entre los espacios del museo. La colaboración del Macba con esta propuesta es del todo natural y oportuna en cuanto a programación. La hibridación de disciplinas dialogan entre ellas y hacen del museo un espacio más permeable. Además, la nueva exposición del Macba tiene un interés historiográfico del arte del siglo XX. “Con la interpretación de los solos, las historias se entrecruzan y las disciplinas se complementan en nueva forma de hacer memoria. No va a haber silencio en el museo”, concluye el creador.