Leyenda negra
Estos días pasados he estado en Bruselas, donde he tenido ocasión de constatar que el tema del procés sólo sigue interesando a algunos flamencos muy politizados y, desde luego, a catalanes de Bruselas independentistas que siguen alabando la acción de Puigdemont en Waterloo y sus secuelas en la Generalitat de Torra sin otra oposición que el escepticismo de la exconsellera Ponsatí.
Los responsables económicos con los que he hablado han dejado de entender la complejidad de la Crida Nacional per la República que se fundará en enero, el Consejo de la República y aún mas el Consell Assessor per a l’impuls del Fòrum Cívic i Social per al Debat Constituent presidido por Lluís Llach todo ello, pensado para avanzar en un proceso de autodeterminación.
En mis conversaciones no había podido comentar la nueva iniciativa de Quim Torra de convocar una cumbre de partidos en el Palau de la Generalitat, pero presumo que la gente me habría preguntado para qué sirve el Parlament de Catalunya si se va a lanzar un iniciativa partidista como esta a sus espaldas.
Contrariamente, mis interlocutores bruselenses estaban inquietos por cómo evolucione la política española después del desbarajuste creado en el Tribunal Supremo por la decisión sobre el sujeto pasivo del impuesto hipotecario que solamente se resolverá a principios de noviembre cuando se reúna el pleno de su Sala Tercera y las políticas que el Gobierno Sánchez vaya a desarrollar habida cuenta de que solamente parece contar con el apoyo de Podemos supeditado, por descontado, a adelantar políticas de signo populista que recuerdan a lo que trató de impulsar Syriza en Grecia con los resultados catastróficos que obligaron al Gobierno griego a dar marcha atrás en sus planteamientos iniciales, cuando el Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo y la Comisión Europea tuvieron que tomar cartas en el asunto.
España está viendo lastrada su imagen por los temas de Tribunal Supremo y del proyecto de presupuestos generales del Estado que podrían hacer caer al Gobierno socialista de Sánchez con, además, duros enfrentamientos políticos en que los independentistas catalanes por una parte y los más radicales del PP y de Vox por otro se esfuerzan en hacer volver a planear una nueva leyenda negra sobre un supuesto desgobierno en España y sobre todo en Catalunya.
En este contexto hay que saludar la creación de una secretaría de Estado España Global, sustituta de la Marca España, que tratará de divulgar que España sigue siendo un país serio para inversiones, turismo y estudios e investigación.
España ve lastrada su imagen por los temas del Supremo y los presupuestos