El lector expone
‘Capitalismo de méritos’ en la universidad
Una de las consecuencias del actual sistema de titulaciones universitarias de la era Bolonia es lo que me atrevo a llamar el capitalismo de méritos. Cualquier recién licenciado que quiera optar a un empleo público a través de un concurso oposición o bien apuntarse a una bolsa de empleo público se habrá encontrado ante esta situación.
El actual sistema de valoración de méritos, pese a pequeñas modificaciones, sigue basado en un formato más clásico en el que eran muy pocos aquellos que a sus licenciaturas o diplomaturas sumaban un máster o carrera investigadora. Y esa labor se premiaba en justicia en forma de puntos que se añadían a los obtenidos por la experiencia profesional.
En la actualidad hay un enorme mercado, promovido por las universidades privadas y la posibilidad de formación online, que provoca por ejemplo que muchos programas de “títulos propios de máster” de baja calidad se puedan realizar con muy escaso esfuerzo, pudiendo incluso compaginarse varios en un mismo año lectivo. Este tipo de titulación puede llegar a puntuar dos tercios de lo que lo hace un máster universitario oficial presencial. A esto se suma el mercado negro de creación de los denominados pósters para congresos de dudosa profesionalidad, varias revistas digitales que publican cualquier tipo de trabajo académico y un sinfín de cursos profesionales –muchos a distancia– que son promovidos por centros académicos privados o por los propios sindicatos con la única finalidad de “sumar puntos”.
En definitiva, lo que antes era una valoración justa de la trayectoria académica ahora se convierte en una carrera contrarreloj para aumentar los méritos a toda costa. Un sistema que crea ansiedad y frustración en los aspirantes y que es profundamente desigual pues sólo aquellos que puedan permitirse el coste económico de este capitalismo de méritos podrán competir, independientemente de su valía profesional, en igualdad de condiciones.
JAIME GONZÁLEZ
Gijón