La T-Verda metropolitana ha retirado de la circulación más de 2.500 vehículos muy contaminantes
Los resultados avalan el éxito del primer año de funcionamiento de la nueva tarjeta, que premia el desguace con tres años de transporte público gratuito
La joven T-Verda Metropolitana, que este octubre ha cumplido un año en funcionamiento, ya ha retirado de la circulación más de 2.500 vehículos sin etiqueta ambiental, que por su antigüedad y combustible están clasificados como grandes contaminantes. Del 2 de octubre de 2017 hasta el 1 de octubre de este año, se han interesado por la iniciativa hasta 3.102 ciudadanos y se han validado y tramitado 2.543 solicitudes que cumplían con todos los requisitos establecidos por el Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB).
De agosto de 2017 a octubre de este año se han dado de baja 2.400 turismos sin etiqueta ambiental y 143 motocicletas y ciclomotores
Se trata de una política de lucha contra la contaminación atmosférica que premia a los conductores que opten por dar de baja y desguazar su coche o motocicleta sin derecho a etiqueta ambiental. En esta categoría se incluyen los turismos diésel (M1) hasta EUR 3 (matriculados antes de 2006), los turismos gasolina (M1) o gas hasta EUR 2 (matriculados antes de 2000) y las motos tipo pre-EUR o EUR 1 (ciclomotores anteriores al 17/6/2002 y motocicletas previas al 1/7/2004). A cambio de retirarlos de las calles y no comprar ningún vehículo en sustitución, los titulares reciben una tarjeta T-Verda metropolitana que les permite viajar en transporte público gratuitamente durante tres años. La puede utilizar la persona propietaria del vehículo o cederle el uso a otro miembro de la unidad familiar, como su pareja o hijos menores de 18 años.
El llamamiento de AMB, efectivamente, ha despertado el interés de la ciudadanía, y entre el 10% y el 15% de los vehículos desguazados en el último año han cursado una petición para recibir el abono. De las 2.543 solicitudes aceptadas, la inmensa mayoría (2.400) corresponden a turismos, mientras que 143 han sido motocicletas y ciclomotores. Además, 364 de las tarjetas expedidas se han cedido a un familiar beneficiario: 58 a menores de 20 años, 135 a personas de entre 20 a 50 años y 171 a mayores de 50 años.
HACIA EL BUEN CAMINO
“Estamos satisfechos con los resultados, que, además, han encajado a la perfección con las previsiones de 2.500 beneficiarios en el primer año que estimamos en 2016, cuando preparamos el lanzamiento de la T-Verda”, valora Joan Maria Bigas, director de Movilidad y Transporte de AMB. El cálculo partía de un estudio interno de los datos metropolitanos de desguace y de la porción de esos ciudadanos que estarían dispuestos a renunciar al uso cotidiano de un vehículo privado. “Existía un riesgo de alud inicial de peticiones que colapsara la tramitación y de volúmenes muy desiguales a lo largo del año, pero el interés se ha mantenido muy estable, con una media de unas 200 solicitudes cada mes”, explica.
Las cifras de la estrena de la T-Verda metropolitana coinciden plenamente con las estimaciones de beneficiarios potenciales
“También hemos conseguido retirar muchos coches diésel viejos, que son los grandes contaminantes urbanos y eran el principal objetivo de la iniciativa”, remata. Las emisiones de cada uno de estos turismos sin etiqueta ambiental equivalen a las de unos treinta coches nuevos.
Para evitar fraudes, AMB comprueba en las bases de datos de la Dirección General de Tráfico (DGT) que los titulares no hayan adquirido ningún nuevo vehículo en los seis meses previos al desguace ni durante los tres años de vigencia de la T-Verda metropolitana. “La gente es más honesta de lo que pensamos, los que han dado el paso de dar de baja su coche viejo realmente están decididos a utilizar el transporte público”, señala Bigas. La distribución territorial es también muy elevada y, durante el primer año, la tarjeta ha llegado a beneficiarios de los 36 municipios que integran el AMB, en volúmenes proporcionales a su población. Así, los diez municipios con más ciudadanos acogidos a la medida han sido Barcelona (1.596), Badalona (146), L’Hospitalet de Llobregat (138), Sant Boi de Llobregat (71), Santa Coloma de Gramenet (62), Sant Cugat del Vallès (51), El Prat de Llobregat (46), Cornellà de Llobregat (45), Castelldefels (40) y Cerdanyola del Vallès (35).
Finalmente, los colectivos que más se han volcado en la iniciativa han sido los mayores de 60 años (747 peticiones), los conductores de 50 a 59 años (670) y los que tienen de 40 a 49 años (625). “Es lógico que las personas mayores hayan mostrado un alto interés, porque es el perfil más habitual de titular de un coche de la antigüedad exigida y al mismo tiempo utilizan menos el vehículo privado que los otros segmentos de edad”, compara el director de Movilidad y Transporte de AMB. En cambio, contrapone, “los jóvenes se han beneficiado de la T-Verda metropolitana sobre todo por delegación del titular del vehículo desguazado, y, además, los hábitos de las nuevas generaciones cambian y cada vez cuentan menos con permiso de conducir y coche propio”.