La Vanguardia

El youtuber que se burló del cine

- ALBERT MOLINS RENTER

En el perfil de su canal de YouTube, se define como “50% emprendedo­r y 50% bala perdida”. Es Ismael Prego, más conocido como Wismichu, uno de los youtubers con más seguidores de España –tiene casi 7,8 millones de suscriptor­es y acumula más de 1.000 millones de visualizac­iones– y protagonis­ta voluntarís­imo de una monumental broma, genialidad, tomadura de pelo, provocació­n, timo, troleo –elíjase la opción que se prefiera– en la última edición del Festival de Sitges de cine. Él asegura que “dicen que soy un trol, pero yo sólo busco reírme de la vida”. Probableme­nte sea así pero ¿a costa de qué y de quién?

En el caso de lo que sucedió el pasado 12 de octubre en Sitges fue precisamen­te a cargo de sus seguidores –cerca de 15 millones entre YouTube, Facebook, Twitter, Instagram y Twitch–, muchos de los cuales habían hecho centenares de kilómetros –algunos acompañado­s por sus padres– para asistir a la presentaci­ón de Bocadillo, anunciada como su primera película como director. Al final, resultó ser una misma escena de 5 minutos, repetida en bucle durante una hora –o lo que es lo mismo repetida 12 veces–, en la que el youtuber pide un bocadillo vegetal al camarero de un bar. Como se suele decir, la lió parda. Pero bueno, a fin de cuentas, Prego reconoce en su cuenta de Twitter que es “adicto a ver el mundo arder”. “¡Wismichu, cabrón, devuélveme el dinero!”, se escuchó en la sala. Y es que los espectador­es de la cosa –que contaba con el placet del festival para la broma, genialidad...– habían pagado 5,5 euros por las entradas, que se habían agotado un mes antes de la proyección.

Si alguien es culpable de la bola de nieve, no es sólo el propio Prego. Muchos medios se lo tragaron y en los días siguientes al anuncio entrevista­ron a Wismichu que –encanta- do de reírse la vida– siguió con el troleo.

Tampoco resulta extraño. El estilo de Wismichu en YouTube, sobre todo en sus inicios, se basaba en hacer burla de todo, provocació­n, bromas telefónica­s, y hacerse eco de cualquier burrada que circulara por internet para mostrar “de lo peor, lo mejor”. Un buen ejemplo eran los vídeos en los que se reía de las personas con las que se conectaba en Chatroulet­te, una página web de videoconfe­rencias, cuya gracia reside en que se habla con personas selecciona­das aleatoriam­ente.

La polémica no hecho bajar la popularida­d de Wismichu. Según Socialblad­e.com, en los últimos 30 días, su canal ha ganado más de 135.000 suscriptor­es nuevos.

Los youtubers no ganan más dinero por tener más suscriptor­es ni por subir más vídeos ni por tener más visualizac­iones. YouTube recompensa a sus estrellas por el total de minutos visualizad­os. Pero cuantos más suscriptor­es más minutos de visionado, y por tanto ganan más. Y ganan mucho.

Los ingresos anuales de Ismael Prego están en una horquilla que puede ir de los 84.000 hasta el 1,3 millones de euros, según Socialblad­e.com. El cálculo se hace complicado pues a pesar de que las tarifas de YouTube son transparen­tes, nunca se sabe si un vídeo en concreto se pueda viralizar de tal manera que haga explotar la cuenta corriente del youtuber.

Y Wismichu no está siquiera en el top ten de los vlogueros españoles. Para El Rubius, la estrella entre los creadores de contenido digital en España –que es como les gusta denominars­e a ellos mismos cuando se ponen adultos y serios–, las cifras son mucho mayores: entre 265.000 y los 4,3 millones de euros al año.

Y eso sólo es lo que ganan en YouTube. Luego vienen los libros el merchandis­ing y, sobre todo, los contratos con marcas para hacer publicidad. Mucha guita para jóvenes que no han llegado aún a la trentena. Claro que sucede exactament­e lo mismo con los futbolista­s y nadie se rasga las vestiduras.

Ismael Prego nació en A Coruña hace 25 años. Pasó por Madrid para estudiar y vive en Barcelona. Empezó a subir vídeos en el 2012, aunque muchos de sus primeros trabajos los ha borrado, ya que YouTube no lleva mal la provocació­n y el sentido del humor negro, pero si se hace con el machismo, la pederastia, el racismo, y la homofobia, que poblaban esos vídeos, es otra cosa .

Él siempre ha defendido que son sólo bromas, y que para nada representa­n su opinión personal sobre estos temas. “Lo que hago yo es el capullo, y los chavales saben perfectame­nte que lo que yo hago en mis vídeos no es un ejemplo a seguir”, dijo en el programa Al rincón de pensar, de Risto Mejide. También ha renegado de esos inicios en alguno de sus vídeos, como Vergüenza ajena (5 millones de visionados).

Entre sus grandes éxitos se incluCómo hacer reaggeton (16 millones), Bromas telefónica­s (12 millones) y Bromas a prostituta­s (11 millones). No hay programa de televisión que pueda alardear de estas audiencias. Ha escrito un libro, Si te rindes, pierdes, y también un cómic, Norman y Mix, además de aparecer en la película Torrente 5.

Por cierto, Bocadillo será efectivame­nte una película que se estrenará a finales de este año o principios del próximo. No la dirigirá Prego, sino Carlo Padial (Algo muy gordo), y la broma, genialidad, tomadura de pelo... formará parte de ella.

Presentó su película ‘Bocadillo’ y resultó ser la misma escena de 5 minutos en bucle durante una hora

ISMAEL PREGO, ‘WISMICHU’ Su canal de YouTube tiene casi 7,8 millones de seguidores y más de 1.000 millones de visualizac­iones. La lio en el último Festival de Sitges

 ?? LVD ?? Ismael Prego, más conocido como Wismichu, ha publicado un libro, un cómic y apareció en la película Torrente 5, de Santiago Segura
LVD Ismael Prego, más conocido como Wismichu, ha publicado un libro, un cómic y apareció en la película Torrente 5, de Santiago Segura

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