Goles como piedras
Lopetegui es el quinto exjugador del Barça que pasa por el banquillo blanco
El hoy discutido técnico del Real Madrid, Julen Lopetegui Agote, nació en Asteasu (Guipúzcoa), el pueblo de Bernardo Atxaga, en el seno de una familia de destacados levantadores de piedras. Con San Sebastián a apenas 25 kilómetros, su primer destino futbolístico fue la Real Sociedad, pero topó con el insustituible Arkonada. Tuvo que buscarse la vida futbolística y pasó por el Castilla, el Las Palmas, llegó a debutar en el Madrid (sólo un partido oficial, en el campo del Atlético, donde encajó tres goles), el Logroñés y, finalmente, en 1994, llegó al Barcelona precedido de cierta fama de portero sólido. Pero nunca consiguió confirmar las expectativas.
En sus dos años de blaugrana apenas disputó 10 partidos oficiales, con un balance que sólo destaca por la cantidad de goles recibidos. Con Lopetegui bajo los palos aquel Barça apenas obtuvo dos victorias y encajó 24 goles. De estos, a él le corresponden 19, casi 2 por partido, porque fue expulsado en dos ocasiones y sustituido por lesión en otras dos.
Entre 1994 y 1996 el portero titular del Barça fue Carlos Busquets, el padre de Sergio, y la suplencia se repartía entre el hoy entrenador madridista y Angoy. Lopetegui tuvo sus buenas oportunidades para arrebatar la titularidad a Busquets, pero sin el menor acierto. En su primer año fue titular ya en agosto, en un partido de Supercopa contra el Zaragoza en el Camp Nou. El Barça cayó con estrépito por 4-5 y él fue expulsado en el minuto 90 tras recibir los cinco goles, el último en una falta directa con una intervención incomprensible. Pocos días antes ya había debutado en el Camp Nou, en el Gamper ante el Valencia, donde había sufrido otra goleada (1-4). En la Copa, en febrero de 1995, volvió a la titularidad. Otra vez en Barcelona, donde el Atlético logró un rotundo 1-4 de los que él sólo vio el primero, en el minuto 1. Luego, en el 13, cometió penalti y fue expulsado. Relevado por Angoy, abandonó el césped llorando.
Aún tuvo otra oportunidad: el choque de vuelta, donde el Barça rozó el milagro (1-3). Fue quizá su gran noche porque detuvo dos penaltis... pero también regaló el gol atlético en una salida desafortunada. En un balón por alto que quiso cazar lejos del área pequeña lo tocó suavemente con la mano y lo dejó a los pies de Caminero, que marcó a puerta vacía pese a los intentos de hasta tres defensas para bloquear el remate. Ya no volvió a jugar hasta mayo, en tres partidos de Liga consecutivos: goleada en Sevilla (4-2), derrota en Riazor (1-0, con gol de penalti cometido por él a los cuatro minutos) y empate a uno en casa ante el Celta, donde fue sustituido por lesión en el m. 82.
Su segunda temporada, la 1995-96, fue similar, pero con menos oportunidades. No disputó ni un minuto oficial hasta el mes de diciembre, cuando encadenó tres titularidades consecutivas en una semana. En casa ante el Racing (1-1) y ante el Sevilla (3-1, éste de Copa de la UEFA) y finalmente en el Vicente Calderón, otra vez en la Liga, donde el Barça cayó 3-1. Lopetegui encajó los dos primeros y fue sustituido por lesión en el minuto 72. Aún disputó un último compromiso oficial, en agosto de 1996, para perder 3-1 en el campo del Atlético en la Supercopa. En total, diez partidos en los que nunca logró mantener a cero su marco.
Lopetegui jugó además un buen número de amistosos con el Barça, 22 en total. Y se da la circunstancia de que tampoco consiguió nunca completar 90 minutos con la portería a cero. Puede citarse en todo caso que en un partido en Premià (1-4) no recibió ningún gol, pero sólo jugó la primera parte. O que en otra ocasión, en Mallorca (1-3), repitió la marca, pero disputando únicamente la segunda mitad. También fue el portero en un Mataró-Barça que acabó 0-5, pero era un torneo en la modalidad de 3x1, o sea que sólo se disputaron 45 minutos.
Lopetegui es el quinto jugador del Barcelona que ha pasado posteriormente el banquillo del Real Madrid y el de menor rendimiento blaugrana de todos. Sus cuatro antecesores fueron Paco Bru, un barcelonista de principio del siglo XX que dirigió al Madrid de 1934 a 1941; Héctor Scarone, un fabuloso delantero uruguayo de los años veinte que no cuajó en el Barça y entrenó al Madrid en la temporada 1951-52; Enrique Fernández, destacado blaugrana de antes de la guerra que preparó a los blancos en la 1953-54, y finalmente Bernd Schuster, 300 partidos de blaugrana y 118 goles entre 1980 y 1988 antes de recalar en el banquillo del Bernabeu en 2007. A Lopetegui, en su paso por el Barça, los goles encajados le pesaron como piedras.
DOS AÑOS SIN FORTUNA
Jugó diez partidos oficiales y 22 amistosos, pero nunca completó 90 minutos sin recibir un gol