Loeb triunfa en el Rally Catalunya con gran éxito de público
Loeb gana en su regreso al Catalunya 6 años después de retirarse
Con 44 años, seis temporadas después de retirarse del Mundial WRC, llegando como piloto reserva de Citroën, con un programa casi anecdótico de tres pruebas (Córcega, México, Catalunya), sin el ritmo de competición, sin la tensión de jugarse nada... y va y gana el RallyRACC Catalunya. Sébastien Loeb sigue siendo el maestro. El señor de los rallies y el amo del Catalunya, en el que logró su 9.ª victoria, todas consecutivas (2005-12 y 2018). Su exhibición en el asfalto del Baix Camp, en la última jornada, fue antológica.
“¡Es increíble, no puedo creerlo! Simplemente hice todo lo que pude, di lo mejor de mi. He luchado todos estos días para lograr una buena sensación con el coche hasta que finalmente esta mañana lo he conseguido”, decía Loeb al bajarse del Citroën C3 en el final del tramo de Santa Marina, en el que tuvo suficiente con ser tercero, pegado a Sébastien Ogier (a 0,7s), su rival por la victoria en el rally catalán. “Es genial, no creí que pudiese volver a ganar un rally”.
La última jornada del RallyRACC, cuatro tramos de asfalto, Riudecanyes y Santa Marina a doble pasada, se presentaba lleno de suspense, con cinco pilotos con opciones de victoria separados por 12s: Lätvala de líder, seguido de Ogier (a 4,7s), Loeb (a 8s), Evans (a 9,8s) y Neuville (a 12,7s). Podía esperarse que Ogier y Neuville echarían el resto para sumar unos puntos decisivos para la última batalla de Australia, pero quien asestó el golpe fue Seb. Impresionante.
El alsaciano sorprendió a sus rivales marcando el mejor tiempo en las dos primeras especiales, lo que le sirvió para tomar el mando del rally por primera vez, con 7,1s sobre Lätvala y 10,8 sobre su compatriota. ¿La clave? La elección de neumáticos. “La información que teníamos (de los ouvriers) sobre la temperatura y el asfalto era la adecuada, la carretera se estaba secando y sabíamos que si usábamos neumáticos duros en esas condiciones podríamos ir rápido; fue la elección adecuada”, comentaba Loeb tras imponerse en la primera pasada por el tramo de Pratdip.
Las dos últimas especiales serían a cuchillo. Ogier y Neuville tendrían que atacar. El francés apretó a fondo y se impuso en Riudecanyes-2 con 7,2s sobre Loeb, con lo que se acercaba a 3,6s para el último tramo, mientras que el belga empezaba a despedirse del liderato al arañar sólo medio segundo al nueve veces campeón y afrontar el último tramo descolgado a 10,8s.
Los últimos 14,5 km, con los puntos en juego del Power stage, fueron intensos. Se impuso Tänak (para escalar al 6.º de la general), Neuville pinchó y fue 6.º a 5,6s, Ogier fue 2.º delante de Loeb, pero sólo pudo rascar 7 décimas a su paisano, que se aseguraba la victoria, la 9.ª en Catalunya y la 79.ª en el Mundial. “Él no se jugaba el título y ha podido tomar más riesgos”, se justificaba Ogier, que recuperaba el liderato, y evidenciaba la frialdad con su compatriota.
“Es alucinante volver a ganar en el Mundial WRC seis años después”, decía Loeb, que no sabe qué futuro le espera, tras el anuncio de Peugeot de dejar el Rallycross, donde ha competido los últimos tres años, y el Dakar (que no correrá). Quizás Citroën le vuelva a ofrecer unos rallies, como ha ido regalándole desde que se retiró en el 2012: en 8 pruebas sueltas ha ganado 3 para la casa francesa; la de ayer, la primera del año para Citroën. ¿Qué hace Pierre Budar (director de Citroën Racing) que no le contrata a tiempo completo?
AUSTRALIA DECIDIRÁ
Ogier retoma el liderato, con 3 puntos sobre Neuville y 23 sobre Tänak, con los que se jugará el título