Donuts para todos
El dueño tailandés del Leicester era un oligarca generoso y amable que donó dos millones de libras para la construcción de un hospital infantil
Para Vichai Srivaddhanprabah (que quiere decir “la luz de la gloria progresista”), el cuento de hadas acabó en tragedia. Si la conquista de la Premier por el Leicester en el 2016 fue una versión futbolística de La Cenicienta, su muerte el sábado en un accidente de helicóptero en el Power King Stadium fue la Oresteia, Antígona y Medea juntas. Podría haber sido sólo un relato macabro como Hansel y Gretel, pero la vida y el destino van a por todas, no suelen hacer prisioneros.
Pocos oligarcas dueños de equipos de fútbol ingleses –ya sean rusos, norteamericanos o del Lejano Oriente– se han ganado el respeto de los seguidores y de la comunidad, vistos por lo general como hombres de negocios ambiciosos que ni siquieran van a los partidos y cuyo único objetivo es ganar dinero. No así el caso de Vichai, hombre discreto que hacía las cosas sin ostentación. Cosas pequeñas como celebrar su sesenta cumpleaños regalando otros tantos abonos a afortunados hinchas, o dar gratis cerveza y donuts antes de los partidos. Y cosas grandes como donar más de dos millones de euros para la construcción de un hospital infantil en Leicester, y otro millón para una facultad de medicina en la universidad local. Y todo ello sin hacer anuncios rimbombantes ni buscar publicidad, sólo por sentido de la responsabilidad social y el placer de compartir una fortuna de más de cinco mil millones, que habían hecho de él el quinto hombre más rico de Tailandia.
Aunque es un drama a escala diferente, para los hinchas y ciudadanos de Leicester se trata de su Munich, Hillsborough o Heysel. El helicóptero se estrelló con cinco personas a bordo una hora des- pués del partido contra el West Ham, nada más despegar del césped del King Power Stadium, aparentemente por un fallo en el rotor, y tan sólo la destreza del piloto permitió evitar que cayera en una de las tribunas o en las zonas donde había gente, y lo hiciera en un aparcamiento sin que se produjeran víctimas adicionales. Ramos de flores, mensajes y camisetas de muchos otros equipos constituyen el tributo final.
Nacido en Bangkok en una familia chino tailandesa, abrió su primera tienda duty free en 1989. Pero su gran jugada la hizo en el 2006, cuando su habilidad para navegar las complicadas aguas políticas del país, y para no granjearse enemigos, le permitió obtener el monopolio de esos establecimientos en el aeropuerto de la capital y todos los principales. Tras el golpe de estado del año siguiente, y el establecimiento de una junta militar, se las ingenió para no perder los privilegios adquiridos y seguir amasando su fortuna, en parte debido a su amistad con el rey Bhumibol. Compró el Leicester en el 2010 por 45 millones de euros (un hobby, como los caballos de carreras y el polo), y tras subirlo a primera prometió una inversión de 200 millones para que quedase entre los cuatro primeros y jugase la Champions. No sólo eso, sino que de la mano de Claudio Ranieri conquistó la liga de 2016, la mayor sorpresa registrada en el fútbol europeo en tiempos recientes.
A Vichai no le gustaba el protagonismo, que dejaba en manos de su hijo Aiyawatt, apodado Top, aún más fanático del fútbol que él. Asistente habitual al King Power, se quedó en Bangkok para el partido del sábado contra el West Ham por motivos de trabajo, y ello le salvó la vida, porque con toda seguridad habría estado en el helicóptero con destino al aeropuerto de Luton. Aunque es demasiado pronto, no se espera que haga cambios radicales en la gestión de la entidad, a pesar de que el entrenador Claude Puel no es santo de la devoción de muchos aficionados, y los resultados del equipo en lo que va de temporada son sólo discretos. El tiempo dirá si tiene la mano izquierda de su padre, que convenció personalmente a Jamie Vardy de que se quedase en el club, cuando las negociaciones con su agente se habían roto.
Un cordón policial rodea los restos del aparato siniestrado en el aparcamiento del King Power Stadium. Los seguidores lamentan con lágrimas en los ojos la muerte de su benefactor, y el montón de flores es cada vez mayor. El partido de copa contra el Southampton que tenía que haberse disputado hoy ha sido aplazado, y los jugadores están muy afectados. Es probable que Top siga financiando el club, pero el Leicester entra en una etapa de incertidumbre tras el cuento de hadas de su triunfo en la liga del 2016, Y difícilmente será tan querido como lo fue su padre, que traía de Tailandia unos monjes budistas para que bendijeran el césped del campo antes de los partidos. No se le ocurrió pedirles que bendijeran el helicóptero.
Gran anglófilo, Vichai era aficionado al polo y sus caballos corrían en los principales hipódromos