Torra presenta en Palau el Consell per la República como un órgano privado
Puigdemont intervino en el acto desde Bélgica, donde se registrará la entidad
El Consell per la República será una entidad privada bajo jurisdicción belga. Tendrá financiación privada y será independiente del Govern. Pese a esas prevenciones, el acto de presentación del Consell tuvo lugar en el Saló de Sant Jordi del Palau de la Generalitat, presidido por Quim Torra, mientras que el expresident Carles Puigdemont intervino también por videoconferencia desde Bélgica.
El Consell per la República será finalmente una entidad privada bajo jurisdicción belga, que tendrá financiación también privada y que será independiente del Govern. Esto es, cuando menos, lo que se explicó en el acto de presentación celebrado ayer en el Saló de Sant Jordi del Palau de la Generalitat, en el que intervinieron Carles Puigdemont y Antoni Comín como presidente y director, respectivamente, del nuevo ente, junto al presidente de la Generalitat, Quim Torra, y el vicepresidente del Govern, Pere Aragonès, que apadrinaron, con el resto de consellers, su creación.
Un acto que fue en realidad una puesta en escena revestida de la máxima solemnidad, en la que en la práctica era la primera aparición, aunque fuera a distancia, del expresidente de la Generalitat en el palacio de la plaza de Sant Jaume de Barcelona desde su instalación en Bélgica hace ahora un año, y que contó con el respaldo exclusivo de las formaciones que integran el Govern –JxCat, PDECat y ERC– y de los representantes de las entidades soberanistas, además de la presencia de otras autoridades destacadas como el presidente del Parlament, Roger Torrent, y el expresidente de la Generalitat Arfinanciación tur Mas. Ante todos ellos, los impulsores del Consell per la República –que no de la república (la preposición cambia por completo el significado)– explicaron que su objetivo es “aplicar el mandato del 1-O” y “preparar la república catalana” y lo definieron como un ente que se propone “avanzar por la vía de los hechos” para “llegar allí donde el Govern y el Parlament no pueden” y como una “palanca para caminar hacia la independencia”.
Los promotores tuvieron también especial interés en desvincularlo del Govern, tanto jurídicamente como económicamente. Y es por esta razón que se inscribirá como entidad en Bélgica y que su será privada. Una situación que sobre el papel ha de permitirle actuar “con las manos libres” respecto a la Generalitat y “sin los corsés ni amenazas del Estado español, porque a nosotros no nos podrán aplicar ningún 155”. Aún así, y a pesar de todas estas prevenciones, todos reconocieron que el Consell per la República tendrá interrelación con el Govern y con el Parlament, con los que “establecerá líneas estables y regulares de coordinación”, y trabajará conjuntamente con las entidades de la sociedad civil. Lo que no aclararon es qué miembros lo integran, a pesar de que la consellera de Presidència, Elsa Artadi, había dado por hecho en la rueda de prensa posterior a la reunión del Govern que estarían todos los exconsellers residentes en el extranjero.
En este sentido, Puigdemont anunció que una de sus primeras misiones será preparar las condiciones para que pueda constituirse asimismo una asamblea de representantes y darse a conocer la composición definitiva del consejo. Y también está previsto, el día 8 de diciembre en Bruselas, un encuentro de los cargos electos de Catalunya con el Consell de la República, en el que sería su primer acto público y en el que quedará definida su estructura definitiva, el reglamento electoral y el calendario fundacional. En todo caso, formarán parte de él todos los ciudadanos que decidan apuntarse, para lo que se ha abierto un registro en la página web del ente (consell.republica.cat) en el que, además de identificarse, es necesario abonar una cantidad, que de entrada no se especifica pero que sería de 10 euros, para completarlo. Dos horas después de finalizado el acto del Palau de la Generalitat se habían registrado más de 2.000 personas.
El Consell per la República nace sin el respaldo de la CUP, que lo considera un instrumento partidista fruto del acuerdo de investidura entre JxCat y ERC y una manera de camuflar la “sumisión autonomista”, y con el rechazo de la oposición, que acusa a la mayoría independentista de “pretender suplantar a las instituciones”.
Como muestra de la pugna que genera entre los dos bloques, la respuesta que dio el Govern a unas preguntas del PSC en las que se interesaba por el papel del ente: “No consta ningún órgano ni unidad adscrito a la administración de la Generalitat que se llame consell per la república”.
COMPOSICIÓN INTERNA
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MECANISMOS DE COOPERACIÓN El consejo mantendrá relaciones estables con las instituciones a pesar de ser independiente