El temporal paraliza media Italia.
Venecia se inunda por una marea de 156 centímetros sobre el nivel del mar
Los telediarios lo iban avisando sin parar este fin de semana. Italia iba a sufrir uno de los peores temporales de lluvia y viento del año. Y así ha sido, con medio país paralizado. Las autoridades informaban ayer de que entre el lunes y el martes han muerto once personas como consecuencia del mal tiempo. También hay cuatro heridos graves y un desaparecido, el propietario de un velero canadiense que terminó sobre los escollos en Catanzaro Lido, en Calabria. “Ha sido la tormenta perfecta”, valoró el jefe de la Protección Civil italiana, Angelo Borrelli.
La peor parte se la ha llevado Venecia, que está totalmente sumergida bajo el agua. La lluvia y unos vientos de 110 kilómetros por hora han provocado que la marea subiese el lunes hasta los 156 centímetros sobre el nivel del mar, el máximo desde el año 2008. Los venecianos llaman a esto acqua alta, es decir, el efecto de una marejada que lleva a la inundación de la plaza de San Marcos, que fue cerrada al público, y del resto de las calles. Ayer la marea descendió un poco, pero la situación continuaba crítica.
Los daños materiales en Venecia no son menores. En la basílica de San Marcos, el agua ha inundado varios metros cuadrados del mosaico milenario frente al altar. “En un sólo día la basílica ha envejecido veinte años, pero quizás es una consideración optimista”, afirmó el procurador de San Marcos, Carlo Alberto Tesserin. Además, dos tapices de Joan Miró también han sufrido daños. Las obras se encontraban en el Palazzo Zaguri, e iban a formar parte de la exposición Desde Kandinsky hasta Botero, todos en un hilo, que se iba a inaugurar este jueves. Los portavoces informaron de que la gran cantidad de agua inundó las tuberías y salió por los inodoros del segundo piso, cayendo a las plantas inferiores. Los dos tapices de Miró eran los únicos apoyados en el segundo piso. “No hemos dormido en toda la noche para poner los tapices en un sitio seguro y todavía no hemos termi- nado”, explicó el responsable, Mauro Rigoni. En el resto del país el panorama no es mejor. Si el lunes se registraron siete víctimas, el martes se les unieron otras cuatro. Entre ellas, una mujer hallada en su casa después de que se llenara de barro, un hombre de 63 años que hacía kitesurf en Emilia-Romagna, un bombero que fue aplastado por un árbol en Trentino-Alto Adigio y un hombre que pescaba en el lago de Levico, en el norte de Italia. En sólo dos días, los bomberos han realizado 7.000 intervenciones por inundaciones, derrumbamientos y caída de árboles en todo el país. En el norte, alrededor de 170 turistas y empleados de hotel permanecían bloqueados en paso de Stelvio, en la frontera entre Italia y Suiza, a más de 2.700 metros de altura, a causa de las nevadas.
En Liguria los daños también han sido especialmente preocupantes. Casi 20.000 personas estaban sin energía eléctrica y el aeropuerto de Génova tuvo que ser cerrado porque las pistas eran impracticables. Los vientos han alcanzado velocidades de 170 kilómetros por hora, y había olas de once metros. “Ha sido seguramente una de las noches más difíciles que hemos vivido en los últimos años”, afirmó el presidente de la región, Giovanni Toti. Los amarres de varios yates se rompieron y la fuerza del mar los llevó hasta las rocas. Entre ellos el de Pier Silvio Berlusconi, el hijo de il Cavaliere, que estaba medio hundido.
Las escuelas han permanecido cerradas estos dos días en numerosas ciudades, entre ellas Génova, Venecia, Roma y Nápoles. La alcaldesa de la capital, Virginia Raggi, cerró también varias calles como consecuencia de la caída de árboles y pidió a los residentes que limitasen sus desplazamientos. Los destrozos serán la gota que colma el vaso para la Administración de la alcaldesa grillina. El sábado miles de personas se manifestaron contra su gestión, incluyendo el jefe del grupo municipal de la Liga, que ha pedido su dimisión.
En la ciudad de los canales el agua ha dañado dos tapices de Miró y el mosaico de la basílica de San Marcos