Andreu Subies
La Guardia Civil detiene al vicepresidente de la Federación Española
VICEPRESIDENTE FED. ESP. FÚTBOL
Andreu Subies, mano derecha de Rubiales en la Federación Española de Fútbol, fue detenido ayer por la Guardia Civil por un presunto delito de estafa y apropiación indebida por falsear el coste de obras en la Federació Catalana.
Administración desleal, estafa, apropiación indebida y corrupción entre particulares. Esos son los presuntos delitos por los que el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ordenó ayer la detención de Andreu Subies, vicepresidente económico de la Real Federación Española de Fútbol y expresidente de la Federació Catalana, y de José Contreras, exdirectivo de la catalana, miembro de la comisión deportiva del Barcelona B y administrador de la sociedad Tastavins, adjudicataria de diversos contratos federativos que superarían los 2,2 millones de euros. Además de las detenciones, la Guardia Civil irrumpió ayer en la sede central de la Federació Catalana, de la Mutualitat Catalana de Futbolistes y en diversos domicilios y empresas para practicar hasta seis registros. La intervención forma parte de una pieza separada de la instrucción derivada de la operación Soule, que comportó la detención en julio del 2017 del expresidente de la Federación Española Ángel María Villar y de su hijo Gorka.
Este nuevo operativo se apoya en la documentación de la que se incautó ya la Audiencia Nacional en relación a las ayudas que la Federación Española concedió a la Catalana cuando Subies estaba al frente para la reforma integral de su sede central, que se realizó en el 2014, o de diferentes contratos de la Mutualidad de Previsión Social de Futbolistas Españoles con la firma Tastavins. Aunque parte también de un escrito anónimo presentado en la Fiscalía Anticorrupción de Catalunya tras la detención de Villar. Según esta denuncia, la junta de Subies adjudicó a Tastavins las obras de la sede de Barcelona, en la calle Sicília, por 518.000 euros que habría recibido de la Federación Española.
La sociedad de Contreras, que según Registro Mercantil de Barcelona no se dedica a la construcción y reformas sino a la compraventa de bienes inmobiliarios y de la que no constan trabajadores, subcontrató la actuación por 239.000 euros a DTS Grup. Esta sociedad hizo las obras pero según este escrito tampoco cobró. Los importes, o partes de ellos, habrían servido para pagar las reformas del restaurante que la mujer de Subies tenía en Cambrils y un domicilio de ambos en el mismo municipio. La denuncia da por buenas las informaciones en este sentido publicadas en el 2016 por el diario digital El Món. Siguiendo una fórmula similar se habrían reformado o acondicionado las sedes que la Federació Catalana tienen en Tarragona, Sabadell y Vilafranca del Penedès, según fuentes de la investigación.
El organismo que ahora preside Joan Soteras señaló ayer mediante un comunicado que había entregado toda la información solicitada, en tanto que la Federación Española quiso destacar “el respeto necesario por la presunción de inocencia”. El organismo presidido por Luis Rubiales se ve ahora salpicado por la operación Soule pese a estar personado en ella como acusación particular. El propio Rubiales se desmarcó ayer desde Santander de un caso que dijo desconocer, aunque reconoció que “la situación es complicada y compleja, esperaremos a tener toda la información”.
Recién llegado de Lleida, donde siguió jugando hasta un año antes de asumir el cargo, Subies encontró en Contreras, expresidente del Gavà, un aliado perfecto en Barcelona. Su presencia en el Barça y su amistad con Villar –se le conocía como el chófer al ser su hombre de confianza en Catalunya y el que lo llevaba de aquí para allá– le ayudaron a negociar con Sandro Rosell, entonces presidente blaugrana, el contrato que la Federació tenía con el club y, sobre todo, lo acercó al entonces todopoderoso dirigente del fútbol español. Subies acabó entrando en la junta de Villar, que no abandonó hasta que el exdirectivo fue suspendido de su cargo. Como Contreras entró en la de Subies, aunque el empresario apenas estuvo en el cargo cuatro meses. Lo dejó justo antes de asumir los contratos federativos.
REFORMAS EN LAS SEDES
La Audiencia Nacional investiga al expresidente de la Catalana por el desvío de 2,2 millones de euros