El líder popular ya avisó a Rivera de la estéril pugna por el voto de la derecha
bloqueado los presupuestos, es decir, permite que puedan salir adelante unas cuentas públicas expansivas y con subida de impuestos que él, desde el centroderecha, no comparte.
En el fondo, lo que Casado pretende, y ha buscado desde que llegó a la dirección del PP, es convencer al partido de Rivera de que no tenía sentido que Cs y el PP disputen el mismo espacio, dejando vacío el centroizquierda, abandonado por el PSOE por su “radicalización” tras hacerse con el poder y acercarse a Podemos. Si los dos partidos se colocaban en el centroderecha, que es el espacio natural del PP, decía Casado, no ampliarían el espectro electoral, sino que se lo disputarían entre ellos, pero no sumarían a más votantes, lo que podría permitir un triunfo de la izquierda.
Ahora, si Casado consigue colocar a Cs en ese centroizquierda, puede reivindicar para sí el centroderecha, y puede pensar en futuros pactos entre su centroderecha y el centroizquierda de los naranjas. Una suma que Casado prefiere definir como “constitucionalistas” y que puedan gobernar de nuevo con mayorías suficientes, tanto en ejecutivos locales como en el de España, para que no ocurra lo que en la última legislatura de Rajoy.
Casado apuntó en esta dirección con un tuit que publicó tras la decisión de Cs de desbloquear la proposición que modifica la ley de estabilidad. “Ciudadanos vuelve a situarse en su espacio electoral original, el centroizquierda, establecido en su acta fundacional, que había quedado huérfano con la radicalización del PSOE. Juntos, los constitucionalistas podemos sumar esfuerzos y optimizar resultados”.
En público, Casado no dejó entrever su satisfacción, y criticó la actitud de las huestes de Rivera. “Apelo a Ciudadanos para que seamos responsables y vayamos juntos con el fin de que la tramitación parlamentaria de los presupuestos no salga adelante. Son la semilla de una nueva recesión para España”, aseguró en un coloquio en el congreso del Instituto de la Empresa Familiar.
Pero en privado Casado lleva tiempo subrayando la necesidad de que Cs y PP ocupen espacios distintos para poder luego entenderse. Su interés, ahora, es que se les deje de identificar como iguales y trabajar cada uno en un terreno sobre el que luego puedan llegar a acuerdos.
Por eso, al colocar a Rivera en el centro izquierda, subrayó la necesidad de que haya un partido en ese espectro político: “España necesita un partido de centroizquierda patriótico, constitucional y que respete el Estado de derecho, la unidad de España y la Constitución”. dijo Casado.