Una gran imprevisión y 66 horas sin luz prueban la vulnerabilidad de Menorca
La isla recupera el suministro, interrumpido el domingo por un tornado
El tornado (cap de fibló) registrado el domingo por la mañana ha puesto contra las cuerdas la isla de Menorca y ha evidenciado su vulnerabilidad energética. Hasta primeras horas de ayer por la tarde, un total 25.505 clientes estuvieron sin suministro. No obstante, el servicio pudo restablecerse antes de las seis de la tarde. La avería se debió a la rotura de cinco torres en las dos líneas de alta tensión que abastecen la isla. Las graves incidencias han demostrado la precaria situación energética en que quedó la isla tras la rotura del cable de interconexión eléctrica que la unía a Mallorca, roto en verano del 2016 por el ancla de un barco.
Jaume Coll, dueño del restaurante Sa Vinoteca de Es Mercadal, no pudo abrir ayer. Se fue la luz más de 30 horas, lo que unido a las intermitencias en el suministro le impidieron trabajar. Y tiró la toalla. “He tenido que deshacerme de la comida congelada de las cámaras frigoríficas; no podía cobrar en caja y tampoco funcionaba internet”, se lamentaba.
Marisol Triay, dueña de una peluquería en Es Mercadal, recuperó la electricidad ayer por la tarde, después de 24 horas sin luz; no pudo trabajar el lunes por la mañana. “Creo que, ante la enorme dependencia de la electricidad que tenemos, deberían tener previsto mucho mejor estos riesgos. Sobre todo, se debería garantizar que todo el mundo tuviera placas solares en el tejado de sus casas para que, en caso de situaciones como ésta, poder tener al menos electricidad para la nevera y los demás servicios más imprescindibles”, explicó. Triay difundió por Twitter desoladoras imágenes de las calles de Es Mercadal a oscuras. Las redes sociales fueron la válvula de escape de los sufridos menorquines.
Mientras, las administraciones improvisaron planes de emergencia. El Consell Insular de Menorca en Ciutadella ofreció su sede para que los vecinos pudieran recargar los móviles. El Ayuntamiento de Es Mercadal abrió las piscinas municipales para quien quisiera ducharse con agua caliente. Y lo mismo hizo el Consistorio de Alaior.
Los operarios de Red Eléctrica de España trabajaron ayer intensamente para restablecer el servicio, lo que lograron al normalizar el suministro sobre las 17.44 horas en la línea Dragonera-Mercadal. “A pesar de las adversas condiciones meteorológicas y de las dificultades del terreno afectado por el temporal de lluvia y viento, un equipo de más de 40 técnicos ha estado trabajando las 24 horas del día desde que se produjo el corte parcial de electricidad”, señala Red Eléctrica.
La llegada de grupos electrógenos y de efectivos de la Unidad Militar de Emergencias aliviaron por la mañana la situación, pero hasta las seis de la tarde de ayer estaban sin luz 16.934 hogares en Ciutadella, 4.275 en Es Mercadal, 2.034 en Ferreries, 1.422 en Alaior, 453 en Es Migjorn Gran y ocho en Maó. En estas tareas intervino también la empresa Morillo Energy Rent, que envió desde Barcelona a 10 operarios y 20 grupos electrógenos.
Pero por encima de las emergencias, hay una grave carencia estructural. Menorca vio inutilizado en el verano del 2016 el cable eléctrico submarino de alta tensión que le unía Mallorca. La vieja línea, que databa del año 1975, era propiedad de Red Eléctrica de España, que descartó la reparación, al estimar que el cable era irreparable.
Esta carencia ha hecho aún más vulnerable la isla, que dispone como fuente única de abastecimiento la central de generación de Maó, que explota Endesa (mientras las energías renovables han tenido escaso desarrollo). Red Eléctrica tiene previsto construir un nuevo enlace submarino entre Mallorca y Menorca. Pero se estima que la nueva infraestructura no estará operativa hasta el 2020.
La rotura del cable de conexión con Mallorca dejó la isla en situación energética precaria desde el 2016