El BBVA gana 4.323 millones pese a la situación en Turquía
Carlos Torres rechaza la retroactividad de la sentencia del Supremo
El BBVA ganó 4.323 millones hasta septiembre, un 25,3% más que el mismo periodo del año anterior, pese a la situación política vivida sobre todo en Turquía (su cuarto mercado) y Argentina.
La entidad que preside Francisco González hasta finales de año, cuando será sustituido por el actual consejero delegado, Carlos Torres, atribuye estos resultados a los ingresos recurrentes, la contención de gastos, los menores saneamientos y las plusvalías obtenidas de su división en Chile por importe de 633 millones.
De los 4.323 millones, 1.851 millones proceden de México que se consolida como su principal mercado; 1.107 millones de España; 541 millones de Estados Unidos; 488 millones de Turquía, mercado donde descendieron un 14,1%; 467 millones de América del Sur y 57 millones del resto de Eurasia. Pese a la devaluación de la lira turca hasta un 20% en un trimestre, Torres defendió la actuación del banco en el país otomano, a pesar de tener que elevar las provisiones a 638 millones en Garanti, banco en el que controla un 49,85%.
En el mercado español, el sector inmobiliario aún le ha generado pérdidas de 60 millones de euros. No obstante, Torres restó importancia a estas pérdidas, ya que tras la venta a Cerberus de su negocio inmobiliario el banco dejará de lado este mercado. El directivo estimó que las pérdidas totales que generará el negocio del ladrillo al BBVA rondarán los 100 millones en el 2018. La tasa de mora del BBVA se situó en el 4,1%, cifra que se eleva al 5% en España.
Tras el anuncio de que asumirá la presidencia ejecutiva a partir del 1 de enero, Torres habló ayer por primera vez en público de los cambios en la cúpula. Reiteró que su sustituto saldrá “de la cantera” de BBVA y dejó entrever que se está esperando a que el Banco Central Europeo conceda la idoneidad del candidato para hacer público el nombramiento. El directivo calificó de “ejemplar” la marcha de Francisco González como presidente, que se producirá el 31 de diciembre de este año, así como su decisión de no asumir ningún tipo de rol en el banco “apartándose de forma absoluta para no influir en la época posterior a su sucesión”. Eso sí, dejo la puerta abierta a que el consejo de administración le nombre presidente honorífico, aunque por ahora no hay nada sobre la mesa respecto a esta materia.
En cuanto a la sentencia definitiva que dará el Tribunal Supremo el próximo 5 de noviembre sobre quién debe pagar el impuesto de actos jurídicos documentados en las hipotecas, Torres fue contundente: “No hay derecho a que se penalice a quien ha cumplido la ley en todo momento”, en clara alusión a las entidades financieras. En su opinión, el Alto Tribunal no puede aplicar la retroactividad y apostilló: “El principio de seguridad jurídica es tan sagrado en España que no se podría penalizar a las entidades que han cumplido con la norma”.
Respecto al impuesto sobre transacciones financieras (que sacará adelante el Gobierno si logra que se aprueben los presupuestos del ejercicio 2019) y que grava con un 0,2% las operaciones de compra de acciones españolas, cuya capitalización supere los 1.000 millones, el consejero delegado defendió que “la fiscalidad no debería penalizar el crecimiento económico, ni la creación de empleo”. Argumentó que puede penalizar la compra de acciones en España, frente a otros países que no lo tienen.
El inmobiliario generará 100 millones de pérdidas en España, pero el banco ya ha vendido esta división