Joaquín Uriach
PRESIDENTE DEL GRUP URIACH
El laboratorio catalán cumple este año su 180.º aniversario con la implicación de una sexta generación y la confianza que da haber superado la crisis. El año pasado facturó por valor de 177 millones y está presente en 70 países.
Joaquín Uriach repasa la historia de la empresa familiar, que este año celebra su 180 aniversario, y en el pequeño museo que ha abierto en la sede de la firma en Palau-Solità i Plegamans la historia de Uriach se confunde con la historia de la farmacia y de la empresa catalana: desde que Juan Uriach Feliu, el hijo pequeño de un molinero de Sant Andreu del Palomar, se fue a trabajar como aprendiz a una droguería del Born en 1838, hasta las últimas adquisiciones de Uriach, que ya está en 70 países, y ha comprado este verano dos compañías en Italia.
Joaquín Uriach es presidente de la empresa farmacéutica y miembro de la quinta generación familiar, que ha dado un paso más en la transformación de la empresa: se ha retirado de la gestión, que ha encomendado a un consejero delegado externo, Oriol Segarra, y ha auspiciado el reposicionamiento de la compañía, dejando los medicamentos de prescripción, para centrarse en productos de autocuidado de la salud.
“Una compañía familiar puede tener una visión a largo plazo, que las empresas que cotizan en bolsa no tienen. Y los accionistas no sólo quieren que dé dividendos. Pero aferrarse a la continuidad y la tradición es un error. Y cada generación ha de asumir la responsabilidad de transformar la empresa. Hay un lema que me gusta: ‘Modern by tradition”, señala.
El cambio ha funcionado. Y tras unos años duros en los que Uriach llegó incluso a tener pérdidas operativas de 2 millones de euros en el 2008 por los recortes del gasto farmacéutico que impuso el Gobierno, el año pasado logró unas ventas de 174 millones de euros con un beneficio bruto de explotación (ebitda) de 51 millones. El plan estratégico de la empresa, además, prevé situar su facturación en el 2022 en 300 millones de euros y elevar el ebitda un 70%.
“Cada generación ha aportado algo para transformar la empresa. El fundador fue un emprendedor de libro. Su hijo, Joaquín, se asoció con un farmacéutico y se transformó en farmacia y proveedor de farmacias. Luego, mi abuelo, pasada la guerra, llegó a acuerdos de licencia con laboratorios extranjeros, y finalmente mi padre, a partir de 1958, creó nuestro propio departamento de I+D”, explica Uriach.
El grupo ahora, recuperada la senda de la rentabilidad, busca oportunidades para crecer, sobre todo en el exterior, de donde le vienen ya el 60% de las ventas. “En la farmacia hay sitio para las empresas grandes y para las pequeñas”, señala Uriach, que descarta una fusión. “Queremos seguir siendo una compañía familiar, controlada por la familia. Pero no queremos tampoco cerrarnos a incorporar otros socios”, asegura.
La farmacéutica tiene la peculiaridad de que los accionistas son ahora los cinco hermanos Uriach Torelló (“mi padre compró las acciones a sus primos”, recuerda). Y el reto para la continuidad de la compañía será integrar a la sexta generación, 12 primos de entre 32 y 16 años (“que no habrán vivido la gestión, como la hemos vivido nosotros”) y mantenerla cohesionada.“En el consejo de administración no está toda la familia, sino solo tres representantes, y otros tres externos. No hay ramas. Hemos de ponernos de acuerdo antes y hablar con una sola voz”, señala Uriach.
A su juicio, llevar el apellido de la empresa da una responsabilidad especial. “Alguna vez me han dicho ‘Tienes apellido de laboratorio’”, bromea. “Somos más conscientes del legado que hemos recibido de quienes nos precedieron y de que hemos de pasarlo a los que nos siguen, dándole más valor”. Uno de los legados de Uriach, recuerda su presidente, es su fundación, fundada por Joan Uriach Marsal, que en su biblioteca alberga la mayor colección privada de España de libros de historia de la farmacia, con varios incunables, además de obras de arte y objetos históricos. La firma, nacida en el Born, destaca también su vinculación con Catalunya, incluso en los momentos de más incertidumbre por la crisis política en el 2017. “Hemos pasado por dos repúblicas, dos dictaduras, dos guerras mundiales y una guerra civil. La situación actual durará lo que dure, pero somos de aquí y aquí nos quedamos”.
Superado el bache de la crisis, la empresa factura ya 174 millones de euros con 51 de ebitda
“Queremos seguir siendo una compañía familiar, pero no nos cerramos a dar entrada a otros socios”