La precampaña andaluza arranca mirando a Catalunya
Arrimadas y García Egea compiten en Málaga; Casado, en Jerez
Ciudadanos y Partido Popular dieron ayer el pistoletazo de salida a la campaña electoral andaluza y lo hicieron ambos con Catalunya como tema principal y muy pocas referencias, o ninguna, a los problemas concretos de los andaluces. Mientras, Susana Díaz se lo toma con calma y mantiene un deliberado tono bajo. Sus asesores la han aconsejado que, de momento, no entre al trapo y deje que populares y liberales sigan con su campaña de “insultos hacia Andalucía” y su falta de propuestas concretas.
Ambos partidos coincidieron ayer con sendos actos en Málaga, sin duda la provincia más disputada y donde la formación de Albert Rivera tiene puestas buena parte de sus expectativas de superar al PP. Aunque estaba prevista la presencia de Rivera, una lesión del líder nacional mientras jugaba al tenis le impidió acudir, por lo que tuvo que ser Inés Arrimadas, la portavoz nacional y líder en Catalunya, quien asumiera la responsabilidad del acto.
Arrimadas aseguró que en los últimos días ha sentido “bochorno al ver lo que el presidente del Gobierno es capaz de hacer para seguir unas semanas más en la Moncloa”. Lamentó que se hayan negociado los presupuestos “en la cárcel con el señor Junqueras, que en el 2008 escribió un artículo sobre las diferencias genéticas entre los catalanes y los españoles”. “Ese señor decide en la cárcel cuánto dinero viene a Andalucía”, resaltó Inés Arrimadas.
La presencia ayer en Málaga de Arrimadas, por un lado, y de Teodoro García Egea, por otro, tenía cierto morbo por cuanto Ciudadanos presenta como cabeza de lista al exseleccionador nacional de baloncesto Javier Imbroda, y el partido naranja ha denunciado en los últimos días maniobras en la oscuridad del PP para “robarles” al candidato. Unas acusaciones que han sido tajantemente desmentidas por el presidente del PP, Juan Manuel Moreno Bonilla, pero que ha venido a caldear aún más las tiranteces entre unos y otros.
La portavoz liberal se sintió “cansada del discurso vacío de Susana Díaz, mientras su presidente, Pedro Sánchez, pacta con Torra, Puigdemont, Bildu y el PNV, a costa a veces de graves insultos a los andaluces y los extremeños”. Por ello, Arrimadas anima a votar a un partido que tiene un único discurso en toda España, “y eso sólo lo garantiza Ciudadanos”. “Hay mucha gente que dice que es imposible ganar al PSOE en Andalucía, pero también decían que era imposible ganar a los nacionalistas en Catalunya y lo hicimos”.
Arrimadas reprochó a Díaz que la igualdad de los españoles hay que “defenderla en todos los rincones de España, y no pedirla aquí cuando tu Gobierno en Madrid da un cuponazo a los nacionalistas vascos o gobierna España con los que insultan a los andaluces”.
García Egea, desde el PP, se sumó al coro de quienes para hablar de Andalucía se remitieron a Catalunya y la problemática de la soberanía. El secretario general del PP aseguró en la clausura de un encuentro con alcaldes y concejales andaluces, que “el único preso político que hay en España es Sánchez, preso de sus compromisos con los independentistas que le hicieron presidente”. Más contundente aún se mostró Pablo Casado
Los dirigentes del PP y Ciudadanos atacan a un Pedro Sánchez que consideran “preso de los independentistas”
en un acto en Jerez de la Frontera, para quien la retirada de la acusación de rebelión por parte de la Abogacía del Estado contra los líderes independentistas “supone que Pedro Sánchez ha cruzado todas las líneas rojas”. “Ya sospechábamos que les debía los votos de la moción de censura”, declaró ante el aplauso entusiasta de unas doscientas personas.
Casado, que hoy interviene en otro acto del PP en Sevilla y que prácticamente se va a instalar en la comunidad andaluza hasta el 2 de diciembre, advirtió que “no voy a tolerar que un andaluz, un madrileño, un extremeño o un gallego, por el mero hecho de serlo, tenga menos derechos que alguien que es independentista y ha nacido en Catalunya”. Y esa fue toda referencia del presidente nacional a los andaluces, pese a que el acto programado era con agricultores de la comunidad.
Casado quiere atraerse a los socialistas que están descontentos con Sánchez. A ellos, Casado les ofrece el PP, un partido “reformista, liberal, centrista, moderado, en el que cabe todo el mundo que quiera defender a España”.