Estoy muy enfadado
A mis 81 años, pocas cosas me sorprenden pero sí me molestan y preocupan. La decisión de la Fiscalía sobre la pena de los políticos en prisión provisional y otros, de momento en libertad, no me ha cogido por sorpresa, pero aun así me ha dolido profundamente. En mi interior más profundo, siempre quería pensar que, al final, la justicia sería objetiva, imparcial y realista. No ha sido así. Casado, Arrimadas y Rivera, junto a otros políticos españoles, todavía piensan que la abogacía del Estado ha sido laxa con respecto a las peticiones de condena para los políticos independentistas. El doctor constitucionalista López Garrido, principal autor del artículo sobre las penas por rebelión, su significado y finalidad, ha declarado que no existe razón objetiva de condenar de rebelión los actores del 20-S y del 1-O.
Lo que más me duele como ciudadano son las lamentables declaraciones de los dos partidos, Ciudadanos y PP, que consideran la estrategia del PSOE blanda, por la propuesta de la Abogacía del Estado de rebajar ostensiblemente la propuesta de la Fiscalía.
Es evidente que no existe la más mínima posibilidad de diálogo entre políticos independentistas y unionistas para alcanzar un punto de acuerdo para las partes. JOSEP MARTÍN COLL Suscriptor Sant Cugat del Vallès