La Vanguardia

EL DIETARIO DE ‘EL MÓN’

- Jordi Basté

Semana 9: Empezamos esperando las peticiones de la Fiscalía y de la Abogacía del Estado. Iglesias y Juliana reflexiona­n; Artadi, futbolera; reaparece el genial Elies Campo y acabamos con la visita de la familia de Oriol Junqueras.

LUNES Elsa Artadi

Llega la consellera de Presidènci­a con una flor bordada en amarillo en la solapa de la chaqueta. Nos ve a Joan López Alegre, a Antonio Baños y a Tian Riba hablando del Barça 5 Real Madrid 1 del domingo. Se añade a la conversaci­ón porque Artadi es una reconocida futbolera. Hablamos más del Madrid que del Barça y de Florentino más que de Valverde injustamen­te pero todo nace de la frase que ha soltado Joan, un perico de Champions: “Me alegro del resultado de ayer.” Nos miramos todos como diciendo que se nos ha vuelto loco. Un perico se alegra de la victoria del Barça. “Sí porque entre Florentino y Lopetegui se cargaron en verano a la selección española”. Sonreímos todos. “Es incorregib­le, Joan”, afirma Artadi. Se genera un muy buen rollo global en la entrevista.

MARTES Pablo Iglesias y Enric Juliana

Son necesarias este tipo de conversaci­ones en formato colectivo porque ayudan a meditar. El líder de Podemos y el director adjunto de La Vanguardia, autores del brillante relato Nudo España y se añaden Toni Aira, Pilar Carracelas y Rocío Martínez Sempere. De golpe le cuento a Iglesias que estuve la semana pasada en Lledoners y Junqueras me dijo una palabra que repitió Iglesias en su encuentro de hace unas semanas. “Empatía”, se me avanza el líder de Podemos. Bravo. Se acuerda él y se acordó Junqueras. Síntoma de entendimie­nto. Apuesto ahora que en breve veremos a Iglesias viajando a Bruselas para conversar con Carles Puigdemont. Puedes estar de acuerdo o no pero el discurso de Iglesias es integrador, moderno y abierto. Y muy necesario.

MIÉRCOLES Elies Campo

Cuando Elies nos visita siempre nos sorprende. Elies trabaja desde su casa en Silicon Valley junto a su familia (su esposa es fundadora de la app Waze). Es uno de la cincuenten­a de trabajador­es que tienen Telegram, empresa donde comenzó a trabajar cuando Mark Zuckerberg compró WhatsApp, donde Elies trabajó codo con codo con su propietari­o inicial Jan Koum. Hoy Elies cuenta que cuando Zuckerberg les dijo personalme­nte lo que quería hacer con WhatsApp no le gustó y decidió irse. Esta idea de conseguir más y más datos de los usuarios a través de sus usos y costumbres sin ningún tipo de pudor le disgustó. Por cierto, Elies está feliz. Su padre, director de investigac­ión del hospital Clínic, ha sido elegido nuevo miembro de la Academia Nacional de Medicina de EE.UU.

JUEVES Jose Corbacho

Llega con un sombrero de ala ancha (como Pedro Navaja). Un sombrero hay que saber llevarlo y Corbacho tiene el máster. Simpático y empático da gusto sentarse al lado de una persona que, aunque podría, no te habla como si hubiera descubiert­o el cine, el teatro, la televisión o el humor. Es uno de los nuestros y nosotros, uno de los suyos. Un tipo que vale mucho la pena y que el viernes que viene estrena en el teatro Poliorama el monólogo Ante todo mucha calma, donde Corbacho se ríe de todo y de todos (incluso de su familia, incluso de su pareja, incluso de su hijo). Cuando llega al estudio se quita el sombrero, lo reposa en la mesa y nos regala un surtido de panellets de diversos gustos. Son de traca. Que felicite a la pastelería donde los ha comprado, por favor.

VIERNES Artur Junqueras y Neus Bramona

Padre y esposa de Oriol Junqueras se sientan en el estudio de RAC1 para recordar el año en la cárcel del líder de ERC que hoy se cumple. Les acompaña Silvia Sabat, la secretaria de Junqueras. La conversaci­ón de media hora es básicament­e emotiva. Artur Junqueras suelta, a sus casi ochenta años, una frase terrible y que debería hacer meditar a Fiscalía, Supremo y Abogacía del Estado: “Fracaso cada día en la esperanza”. Camina justito y suelta otra frase: “Desde que supe de la prisión de Oriol me han salido todos los males”. Neus mira hacia otro lado, Silvia me busca con cara entristeci­da. Cuando hablamos de Lluc y Joana, los hijos de Oriol, hoy que, para más dolor, es el cumpleaños del niño, Neus se emociona porque por muy fuerte que seas, hay crueldades que son intolerabl­es.

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