Fallece el juez que inició la instrucción del 1-O
Fallece a los 71 años el magistrado Juan Antonio Ramírez Sunyer, que inició las investigaciones sobre el proceso soberanista
Juan Antonio Ramírez Sunyer ha sido, durante quince años, uno de los treinta y tres jueces de instrucción de Barcelona, pero no era de los más conocidos. De hecho, mucha gente del derecho o del periodismo ni le ponían cara. Pero desde hace más de un año si que reconocen su firma: es el magistrado que inició las investigaciones sobre el referéndum del 1 de octubre, y sus pesquisas son la base de la causa que se ha seguido en el Tribunal Supremo contra el Govern de la Generalitat y los Jordis. Ayer, a los 71 años, falleció por causa de una grave enfermedad, cuando ya estaba encarando la recta final de su procedimiento.
Era una figura peculiar dentro de la judicatura, puesto que su primera opción vital no fue el derecho: cursó la carrera de ingeniero, y no fue hasta que cumplió los 44 años cuando hizo las oposiciones para ser juez. Llegó al juzgado de instrucción 13 de Barcelona en el año 2003, tras haber pasado por Sant Boi de Llobregat, Terrassa y Badalona. No estaba adscrito a ninguna asociación judicial. De talante discreto, poco sabían de él quienes no eran sus allegados, más que estaba casado, tenía un hijo y era un amante del fútbol.
Como magistrado en Barcelona topó varias veces con el mundo antisistema y anarquista, lo que causó que un poco conocido grupúsculo llamado Brigada de la Cólera le enviara un paquete bomba, que fue localizado por los Mossos en Correos y desactivado.
Juan Antonio Ramírez Sunyer dejó el anonimato en el 2017, a raíz de la denuncia presentada en el mes de febrero por Miguel Durán, el abogado que presidió durante años la ONCE, debido a las conferencias que iba dando por Catalunya el locuaz exjuez Santi Vidal, en las que hablaba de los preparativos para la independencia, de partidas ocultas en los presupuestos de la Generalitat para tal fin o de listas de jueces que podrían secundar estos objetivos.
Y ahí empezó todo. Porque mientras se iban abriendo otras causas, los que conocían los entresijos aconsejaban que se siguieran las investigaciones de instrucción 13. Con razón, porque sus averiguaciones son uno de los pilares que sustancian el proceso que se sigue en el Tribunal Supremo. Un registro ordenado por él dio lugar al cerco de la Conselleria d’Economía el 20 de septiembre del 2017, un asunto que está en el meollo de las acusaciones y en la definición de si hubo o no violencia en el proceso. Y entre las cosas que encontró está el documento Enfocats, donde se describen los pasos que se iban a dar hasta el referéndum. Para el independentismo,
El magistrado trabajó hasta el pasado miércoles y estaba redactando el auto final de su causa
era junto con Llarena (y ahora la Fiscalía) su bestia negra.
En la causa de Ramírez Sunyer se indagan una posible malversación, el posible uso fraudulento de datos o la creación de herramientas informáticas para las votaciones. Hay más de 40 imputados. Acudió a su despacho hasta el pasado miércoles, y había iniciado la redacción del auto que concluía su tarea, para lo cual el Consejo General del Poder Judicial le había concedido jubilarse a los 72 años. Pero el cáncer - que ya motivó una hospitalización el pasado diciembre- pudo más que su insistencia. Esta tenacidad y el conocimiento de lo avanzado de su enfermedad debió ser la causa de la cariñosa y personal carta que hace unos días le remitió el presidente del Consejo y del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, que ensalzaba su trabajo y le ponía como referente para la magistratura.