Tensión en Alsasua.
Rivera convoca un acto en Madrid en contra de indultar a los líderes del proceso
Albert Rivera (Cs) protagonizó ayer en Alsasua (Navarra) un homenaje a la Guardia Civil y en pro de la unidad de España al que se sumaron PP y Vox, y que originó protestas, despliegue policial y escenas de tensión.
Reconstruir el “proyecto común” español y el “constitucionalismo del siglo XXI”. Estas dos ideas fueron los pilares del discurso que el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, pronunció ayer en el acto convocado por la plataforma España Ciudadana en Alsasua (Navarra), una cita en defensa de la Guardia Civil –en esta población fueron agredidos en el 2016 dos agentes a la salida de un bar junto a sus parejas– y de la unidad del Estado.
Rivera anunció, además, otra concentración del “constitucionalismo” en Madrid, el próximo 25 de noviembre, a “favor de la Justicia” y en contra de un posible indulto del Gobierno a los dirigentes independentistas del 1-O.
Ayer en Alsasua, el líder liberal estuvo arropado por el filósofo vasco Fernando Savater, exfundador de UPyD, y la víctima de ETA Beatriz Sánchez Seco. Entre el público estuvieron presentes miembros del Partido Popular, como la presidenta en Navarra, Ana Beltrán, o el portavoz del PP en el Senado, Ignacio Cosidó, y de Vox, con su líder, Santiago Abascal, y Jose Antonio Ortega Lara, víctima en 1996 de un largo secuestro por parte de ETA.
El mitin estuvo cargado de tensión y polémica, con la presencia de una contramanifestación de rechazo por la “utilización política” de la localidad, con más de un millar de personas entre las que había, además de vecinos, grupos de radicales. Por las inmediaciones estuvo presente también Josu Zabarte, más conocido como “el carnicero de Mondragón” y con un largo historial de delitos de sangre en sus años de militancia etarra.
Hubo lluvia de insultos – “españoles hijos de puta”, “Guardia Civil, asesinos”– y de algunos objetos. El fuerte dispositivo de seguridad integrado por agentes de la Policía Foral y de la Guardia Civil, desplegado por las calles del pue- blo, así como la labor de un grupo de alsasuarras que ejercieron de cortafuegos, evitó mayores incidentes entre los asistentes al acto de la plataforma y las personas de la contramanifestación que se congregaron en los alrededores de la plaza de los Fueros.
Arropado por unos 300 simpatizantes, llegados en autobuses desde distintos puntos de la Península, Rivera instó a “no dejar de escandalizarnos” ante hechos como la agresión a dos guardias civiles y sus parejas en Alsasua, por la que la Audiencia Nacional condenó a nueve jóvenes a entre 2 y 13 años de prisión por los delitos de atentado contra agentes de la Benemérita, lesiones, desórdenes públicos y amenazas. “Cuando agreden a un guardia civil, agreden a la Constitución y a la convivencia y están intentado liquidar el Estado”, explicó el dirigente de Cs.
“Los valores de la democracia son incompatibles con los del nacionalismo, que es división y quebrar las reglas del juego”, subrayó Rivera en un acto celebrado entre el repique continuo de campanas y el sonido de sirenas como señal de protesta de los vecinos.
Vox carga contra Rivera por no permitirles participar en un acto al que asistieron como público
En su turno de palabra, Savater destacó que “el primer paso para conseguir una Europa unida es una España unida”. En cuanto a la disposición transitoria cuarta de la Constitución, que prevé el mecanismo de incorporación de Navarra a Euskadi, afirmó que “Navarra ya está unida con el País Vasco y con Andalucía, y con Extremadura, porque eso es España, la unidad de todos los pueblos de España”.
Pese a su presencia en el acto de España Ciudadana como público, tanto PP como Vox cargaron contra CS, mostrando sus diferencias estratégicas y de discurso. Pablo Casado criticó el acto desde Sevilla recordando que él ya estuvo en Alsasua “sin necesidad de hacer tanto ruido”, en alusión a la visita que realizó en junio durante su campaña por la presidencia del partido. Además, el portavoz del PP en el Parlamento vasco, Borja Sémper, se desmarcó antes argumentando que la política “debe serenar el ambiente” y no “encender ánimos”.
Mientras, el presidente de Vox, Santiago Abascal, atacó a Albert Rivera por no dejarles participar en el acto y le instó a explicar “quiénes son sus enemigos”, más aún cuando el dirigente del partido liberal mostrara la semana pasada sus dudas en cuanto a que una formación “con alergia a Europa” como Vox pudiera estar “cómoda” ayer. “Mis enemigos estaban fuera de esta plaza, aquí tengo adversarios”, dijo Abascal.