Marquez no descansa

El título mundial alcanzado matemáticamente en Japón no ha rebajado el hambre de victorias de Marc Màrquez, que ayer ganó el gran premio de Malasia, noveno de esta temporada, con el añadido de hacerlo partiendo de la tercera fila tras sufrir una sanción por obstaculizar el sábado a Ianonne.

Marc Márquez no está dispuesto a vivir de las rentas del título logrado hace tres semanas en Japón. Se cayó –o lo embistieron en Australia– y se fue de vacío; lo sancionaron en la clasificación de Malasia tras lograr la pole, tuvo que salir de la tercera fila (7.º), pero ayer en la carrera encontró “muchas motivaciones extra” para dar un poco más y apuntarse su novena victoria del curso. Un triunfo, como decía el 93, “con el corazón” y con regalo de Rossi.

Sin duda, el factor Valentino dio mucho más valor a la victoria del catalán. El 46 era una de esas motivaciones extra de Marc. “No voy a negarlo, ha pasado el 2015 por mi cabeza –la patada de Rossi del Sepang-gate–, también la penalización de ayer, lo de Australia, y sobre todo el hecho de ser campeón, que te permite tener ese punto más de riesgo. No tenía presión y eso me ha hecho pilotar a lo físico. No con la cabeza, sino con el corazón. Por eso he llegado muerto al final, pero con el objetivo cumplido”, explicaba Marc, que logró su primer triunfo en MotoGP saliendo desde la tercera fila. Otro hito de mérito.

La carrera estuvo marcada por esa circunstancia, el castigo del sábado –Márquez obstaculizó a Iannone y lo retrasaron 6 puestos–, que presagiaba remontada del piloto de Honda, ya que era el que tenía mejor ritmo. En el primer giro ganó tres posiciones (Dovizioso, Petrucci y Iannone, que se cayó), en el siguiente superó a Miller y ya era tercero, detrás de Zarco y de un Rossi que tiraba fuerte al frente desde la salida; y en el quinto ya era segundo, tras adelantar al francés, a la caza de Vale. Como en los viejos tiempos.

“Me ha pesado la salida desde la 7.ª posición, no salí bien, en la primera vuelta gané alguna posición, pero luego sobrecalenté los neumáticos remontando. Al llegar a Valentino no iba fino, perdía el control de la moto, me desgastaba mucho y la moto también. He respirado unas vueltas, Vale se iba, pero me he dicho no me rindo”. Márquez se mantuvo 12 vueltas a rueda de Rossi, marcándole de cerca. Como hacía el Dottore con sus presas. Ahora los papeles han cambiado. “Los dos íbamos al límite, era una duelo a ver quién aguantaba más, quién cedía antes... hasta que él ha cometido el error, y bienvenido ha sido”. A falta de cuatro vueltas, a Rossi se le fue la rueda posterior y deslizó por el asfalto. Vía libre para el 9.º triunfo del de Cervera .

“No sé qué ha pasado, no me esperaba la caída y evidentemente he cometido un error. Habría sido bonito hacer unos últimos giros con Márquez”, comentaba Rossi, que se jugará el bronce del Mundial con Maverick Viñales en la última cita de Cheste.

CON “MOTIVACIONES EXTRAS”

“Ha pasado el 2015 por mi cabeza (la patada de Rossi), la penalización de la ‘qualy’ y el hecho de ser campeón”