Milagro perfecto

Spiritualized

Lugar y fecha: Razzmatazz (2/XI/2018)

Unos meses después de comparecer en el Primavera Sound, Spiritualized regresaba a la ciudad, esta vez sin la orquesta y coro de entonces, pero con nuevo material, las canciones de And nothing hurt, octavo disco del grupo del británico Jason Spaceman Pierce. Extraordinaria noche en el Poblenou, repleta de momentos para enmarcar. Junto a cinco instrumentistas y tres coristas, todos de aúpa, Pierce planteó una suerte de misa psicodélica con tramos definidos. El primero, con la mirada puesta en el retrovisor, constó de media docena de temas, con mención para los ruidismos, épica lisérgica y alma gospel de Come together, el balanceo delicado de Shine a light o la levitación colectiva provocada con Broken heart.

A renglón seguido, Pierce Jason –sentado con su guitarra en una discreta posición en un extremo del escenario– dispensó a la audiencia la interpretación íntegra y por el mismo orden que figura en el propio álbum de las canciones de And nothing hurt, de nuevo con excelentes resultados. Tras la inicial Perfect miracle, arrebató con el elegante desarrollo de guitarra y los coros gloriosos de I’m your man, subiendo un escalón más con la solar Here it comes (the road) let’s go. Ya en órbita, destacaron entre el resto de piezas del álbum la psicodelia irredenta y épica de On the sunshine, la trepidante The morning after –algo así como un clásico instantáneo–, o la confesional The prize.

Cerrando la tanda de bises, el clásico gospel Oh happy day,

abrió definitivamente las puertas del cielo a los presentes, testigos del excelente estado creativo en el que se encuentra este músico que en unos días cumplirá 53 primaveras, y que se ha tomado su tiempo para entregar un nuevo disco –seis años–, aunque la espera ha valido la pena.