El madridismo se aferra al inexperto Vinicius
El madridismo se agarra a Vinicius y pide que sea titular ya en detrimento de un desdibujado Gareth Bale
Un chaval brasileño que el 12 de julio cumplió 18 años es la esperanza a la que se agarra el madridismo para mantener la ilusión por una temporada que parece abocada al desastre. Una empresa que se antoja muy complicada para alguien que sólo ha jugado 32 minutos de la Liga en Primera, los doce que le concedió Lopetegui entre dos partidos y los 20 que le dio Solari frente al Valladolid. Vinicius marcó el sábado de rebote su primer gol, un rebote afortunado que celebró como si hubiera ganado la Champions. Fue un héroe por accidente. Todo vale en tiempos de zozobra.
Vinicius Junior y Gareth Bale son ahora mismo la cara y la cruz de un Madrid que sigue sin encontrarse. Pero para urgencias, las de Santiago Solari, que tiene una semana y dos partidos, ante el Viktoria y el Celta, para demostrar que puede enderezar la nave y que no hay mejor sustituto de Lopetegui que él mismo. Su primera misión es conseguir algo así como la cuadratura del círculo. A Lopetegui le echaron por muchas cosas, pero entre ellas, y no la menos importante, por las pocas oportunidades a Vinicius, del que decía que “le faltaba cocción”.
Solari deberá hilar muy fino y contestar a la pregunta del millón: en estos dos partidos en los que se juega el puesto: ¿pondrá de titular a Vinicius en lugar de Bale, como le pide más del 90 % de la afición, o mantendrá a Bale, contra viento y marea, el jugador al que Florentino Pérez considera el gran icono del club y el sustituto natural de Cristiano?
Antes del partido frente al Valladolid la respuesta estaba clara. En la rueda de prensa del viernes Solari inundó de elogios a Bale, del que dijo que era el spotlight (el foco) del club. Siguió la tesis oficial de Florentino. El problema vino con el partido, Bale volvió a estar horroroso. Se le vio más errático y perdido que nunca y el público del Bernabeu le silbó en todo momento; al inicio, cuando se anunció su nombre por los altavoces, tras algún pase mal dado y sobre todo se llevó una pitada descomunal cuando fue cambiado.
Con sus 71 minutos ante el Valladolid Gareth Bale igualó su peor racha en sus seis temporadas de blanco: siete partidos sin marcar, o lo que es lo mismo, 45 días sin ver puerta en 485 minutos. Abandonó el Bernabeu cabizbajo, sin querer hacer declaraciones.
Vinicius entró a falta de veinte minutos y se llevó la ovación de la tarde. Con él sobre el campo el Madrid siguió jugando igual de mal pero a falta de siete minutos culminó una internada por su banda con un chut desviado claramente sin peligro que golpeó en el central Kiko Olivas y acabó en la red de Masip. La suerte, tan tozudamente enemiga de Lopetegui, había cambiado de bando y favorecía a los blancos.
Tras el partido Solari se mostró elogioso con todos. Respecto a los pitos a Bale, fue conciliador: “La gente se expresa al momento, mañana marcará goles y lo celebrarán con él. El trabajo de Bale fue igual de importante que el de Vinícius”. Hoy uno representa la cara y el otro la cruz, un indicativo de cómo está este Madrid.
LA RACHA NEGATIVA
Bale igualó el sábado sus peores números: siete partidos y 485 minutos sin conseguir marcar un gol
EL FACTOR SUERTE
Con Vinicius el Madrid siguió jugando tan mal como siempre pero se topó con un gol de fortuna